La inquietud en España de abrir las puertas de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos policiales a la mujer se hizo realidad en el año 1988 cuando se promulgó el Real Decreto-Ley número 1 de 22 de febrero. El primer paso estaba dado, pero esa incorporación de la primera Promoción de la mujer les quedaba un largo camino que recorrer.
“A nosotras, en un primer momento se nos exigió muchísimo, desde un saber estar hasta como tenías que ir maquillada, peinada o comportamiento postural. Las últimas incorporaciones se encuentran una normalidad que nosotros no hemos tenido. En los delitos sensibles, con mujeres o menores, agradecen la presencia de una mujer más que la del hombre, aunque estamos igualmente preparados. Con nuestra presencia, la barrera de la timidez de la mujer se rompe”, señalan la cabo Olalla Pérez y la Guardia Civil María de los Ángeles Sicilia, ambas ingresaron en la Benemérita en el año 1989, II Promoción femenina.
USECIC
Por su parte, Marga Rodríguez, guardia civil de la IV Promoción recuerda que la percepción que recibían por parte de la sociedad dependía del destino que tuvieran. “Mi primer destino fue una pueblo de la sierra de Madrid. Algunas personas se preguntaban si era guardia o matrona. Estas últimas vestían uniforme y tenía como misión los registros corporales que sólo podían hacer estas”, rememora Marga Rodríguez, perteneciente al equipo EMUME (Mujer y Menor).
Olga y María de los Ángeles, además de la actitud paternalista que vivieron entre sus compañeros, recuerdan la llegada a su primer destino. “Fue un espectáculo. La gente se sorprendía al vernos”, comentan la cabo Olalla Pérez, de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, equipo EMUME y María de los Ángeles Sicilia, de Plana Mayor.
Ana Álvarez es guardia civil perteneciente a la USECIC, Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia. Ingresó en el año 2003. “Soy guardia civil y no discrimino por el hecho de ser mujer. En mi unidad, yo tengo que dar el mismo apoyo que ellos me tienen que dar a mí. Identifico lo mismo que ellos y en temas antidisturbios exactamente igual, pero soy una mujer. Física y mentalmente estás igual de preparada para afrontar situaciones un poco más complicada de lo normal. En las inundaciones de Vera, la USECIC se desvivió. La unidad jugó un papel fundamental, tanto de salvamento, como de prevención de robos en la zona”, dice Ana Álvarez.
Cabo de Gata
Ángeles Velasco está destinada en el Puesto del Cabo de Gata. Su misión es velar por la Seguridad Ciudadana en el ámbito rural. Ingresó en el año 1991. “Recuerdo un destino que tuve en el Pirineo de Lérida y en el mismo cuartel me preguntaban si era chico o chica. No se podían creer que en la Guardia Civil pueda haber mujeres”, explica Ángeles Velasco.
Oficial de la Guardia Civil
Patricia Angulo Llanos ingresó en la Guardia Civil en el año 2008. Concluyó su formación en el año 2013, saliendo de teniente. “Primero realizamos dos años de formación en la Academia General Militar, de Zaragoza y tres años de formación policial en la Academia de Oficiales, de Aranjuez”, recuerda la teniente Angulo Llanos.
Siempre ha tenido vocación militar y le ha gustado la cercanía de la Guardia Civil hacia el ciudadano. “Estoy convencida de que estoy realizando la mejor profesión del mundo. La mujer aporta a la Guardia Civil otra sensibilidad, otro punto de vista”, señala la teniente, comandante de Puesto Principal de la Guardia Civil en Garrucha.
La Guardia Civil tiene en Almería más de 60 mujeres
En Almería, son más de sesenta las mujeres que tienen como destino distintas Unidades de la Guardia Civil, entre ellas, la USECIC, el equipo EMUME (Mujer y Menores), Seguridad Ciudadana, Atestados y el Destacamento Fiscal, entre otras.
Mónica Ruiz y Milagrosa Malo accedieron a la Benemérita a través de las Fuerzas Armadas. “Para nosotros supuso un trampolín”, señalan las guardia civiles destinadas en el Puesto Principal de Vícar. Un destino que consideran que posee la peculiaridad de una gran ciudad y a la vez rural, debido a la economía y la multiculturalidad de la zona.
Para Milagrosa Malo, el que hoy es su marido y ella se incorporaron juntos a la Marina. Él se presentó un año antes a la Guardia Civil y al siguiente entré yo en el cuerpo. Pienso que la conciliación de la vida laboral y familiar lo tenemos bastante fácil”, atestigua Milagrosa Malo.
En la Agrupación de Tráfico, en el grupo de Atestados de la Guardia Civil (demarcación de Vera), está destinada la Guardia Civil Lourdes Rodríguez. “Estoy diplomada en Trabajo Social y el último año hice las prácticas en el Instituto de la Mujer, Violencia de Género. Mi inclinación fue meterme en la Guardia Civil y tratar ese tema. Después decidí cambiar de especialidad. Tuve un accidente de tráfico y vi la importancia que tiene la instrucción de un accidente”, expresa contundentemente Lourdes Rodríguez.
Destacamento Fiscal
En el Puerto de Almería, en el Destacamento Fiscal, están destinadas las guardias civiles María José García, de la II Promoción y cuarta generación de agentes en su familia. Desde pequeña, en su familia sabían que en el momento que se pudiera ingresaría. Por su parte, Laura Revert, de la IV Promoción, desde el principio se marcó como objetivo entrar en el Instituto Armado.
“Este Departamento es el Resguardo Fiscal del Estado. Estamos en una de las fronteras más importantes del sur de España. Controlamos entradas y salidas de mercancías y pasajeros”, explican María José García y Laura Revert.
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