Los 70 años de ’el Peke’ de Almería

José Rodriguez Iniesta cumple hoy 70 años de una vida intensa en la que puede decir que ha sido un poco de todo, desde Guardia Civil sin vocación de los que no se quitaban el tricornio para irse de fiesta, hasta cantante de salas de fiestas y actor. Es el Peke de Almería, un tipo irrepetible que se hace imprescindible en cada Feria cuando al compás de la charanga se transforma en Raphael cada vez que empiezan a sonar las primeras notas de 'Mi gran noche'. Entonces se desata, pierde la cabeza, si alguna vez se la encontró, y se mete tanto en el personaje que asume cada gesto del cantante de Linares como si el imitador fuera el otro.

El Peke es un artista desde que entró a formar parte del cuerpo de la benemérita y lo primero que hizo fue bañarse en la playa de Villaricos subido en una Vespa, o desde que su padre, que también era del cuerpo, le dijo un día. "Yo no te digo que no vayas a un bar a tomarte una copa, ni tampoco que no entres en las cafeterías de luces dudosas, pero sí te pido que si lo haces déjate al menos el uniforme en la taquilla del cuartelillo". Y es que el Peke, cuando escuchaba la música y el tintineo de los cubitos de hielo de un cubata, ya no se acordaba que estaba comprometido profesionalmente a una institución tan seria y respetable como la Guardia Civil.

Su currículum en la benemérita está repleto de anécdotas, tantas y tan disparatadas a veces que cuando decidió dejar el uniforme y dedicarse a otra cosa declararon dos días de fiestas en todos los cuartelillos de la provincia. Y no se puede decir que el hombre no lo intentara. Le puso tanta fe que hasta se casó vestido de Guardia Civil, pero la displina no era su fuerte y si se le cruzaba por medio una rumba o los compases de un pasodoble, ya no había muro que lo frenara.

Últimamente, el Peke está explotando sus dotes de actor. Ya trabajó con Paco Barrilado en Narcos, y desde hace un par de años ha participado en casis todos los rodajes que han llegado a Almería. Es un actor de verdad que ha montado su oficina en la barra del bar Montenegro, por si alguien quiere contratarlo.