La empresa de las obras del AVE pide autorización para retirar la tortuga mora del trazado

La Junta ha precisado que el rescate `debe realizarlo el promotor de las actuaciones`

Europa Press
13:49 • 11 mar. 2016

La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, ha señalado que es la empresa encargada de los trabajos para la construcción del tramo de AVE Pulpí-Cuevas del Almanzora en la línea entre Almería y Murcia la que debe realizar las labores de recogida y puesta a salvo de las poblaciones de tortuga mora -Testudo graeca´- que se ubican en el área por el que discurrirá la línea de Alta Velocidad.


Según han indicado fuentes del Gobierno andaluz, la empresa Sacyr solicitó el 22 de febrero ante la Consejería la preceptiva autorización para el manejo de las tortugas en virtud de la declaración de impacto ambiental favorable emitida por el anterior Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino en septiembre de 2010.


La Administración autonómica ha precisado que el rescate de las tortugas "debe realizarlo el promotor de las obras (ADIF) bajo la supervisión de la Consejería de Medio Ambiente" después de que el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, pidiera este jueves a la Junta que "acelere los trabajos de retirada" de los ejemplares para iniciar las obras, lo que se prevé para junio.




La Junta ha especificado que los trabajos de traslado de los ejemplares de tortuga que se localicen en la traza de las obras del tren de alta velocidad son "sencillos", puesto que se basan en llevar a los especímenes a zonas cercanas a salvo de la obras y balizar el área de obras para que los animales no vuelvan a entrar.


Asimismo, han recordado que la actividad de estos animales se recupera entre finales de marzo y abril con la mejora de las condiciones meteorológicas, de forma que es en este periodo cuando es más fácil detectarlas. A finales de octubre del año pasado se mantuvo una reunión con ADIF para clarificar las actuaciones de manejo de los animales.




Según consta en la orden publicada en BOE, el promotor de la obra propuso como medidas de protección de la tortuga mora limitar los movimientos de tierra en las áreas en que coincida su biotopo con la cuadrícula de distribución de la especie durante las épocas de celo, apareamiento y nacimiento de crías, esto es, entre marzo y abril y entre septiembre y octubre.


Antes del inicio de las obras, preferiblemente en primavera y por las mañanas, se realizarán batidas de prospección y retirada de ejemplares de tortuga mora en las áreas de su zona de distribución que vayan a ser afectadas por las obras (después del replanteo), contando con el permiso para la manipulación de especies protegidas y el asesoramiento de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.




Los individuos encontrados se trasladarán a lugares cercanos, fuera del área de obras. Las áreas de procedencia deberán ser valladas para impedir que las tortugas puedan volver al punto de origen, cumpliendo las dimensiones de luz y características de malla que aparecen en el estudio de impacto ambiental.


Convenio para estudios
El promotor propone, además, la firma de un convenio entre ADIF y la Junta de Andalucía para la realización de determinados estudios sobre la tortuga mora, como la concienciación ambiental de la población, realización de estudios de patologías de la especie en cautividad y seguimiento de los ejemplares traslocados.


De acuerdo con el estudio de fauna elaborado por ADIF, en las zonas excluidas, donde se prohíbe la localización de cualquier tipo de construcción temporal o permanente, deberán integrarse los sectores con abundancia media o alta de tortuga mora, y aquéllos identificados como sectores de interés para la dispersión de fauna.


El promotor también plantea una serie de medidas de protección de aves esteparias, como el establecimiento de un cronograma de obras que evite el inicio de las obras durante los meses de nidificación y cría de las especies de aves presentes en los tramos definidos. Esta medida está dirigida especialmente a la preservación de las poblaciones de alondra ricotí y camachuelo trompetero, especies que comparten un biotopo común.


Esta restricción se deberá concretar en los tramos de mayor probabilidad de presencia de estas especies, entre la Rambla del Cambronal y la Rambla de las Higueruelas. Se estima como periodo crítico los meses de febrero y marzo, con lo que se debe evitar el inicio de las obras en este periodo, en los tramos indicados.



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