Con antecedentes por malos tratos y abuso sexual fue identificado por la víctima

Ana Silvia B. identificó al agresor `Ha sido él, Catalin me ha matado`

Chabola calcinada
Chabola calcinada
Javier Pajarón
11:41 • 04 abr. 2016

Dolorido por las heridas palpitantes de sus manos, Catalin C. de 29 años buscó auxilio en las consultas del hospital de alta resolución de El Toyo. El daño causado por el fuego frustró su plan de huida y, afligido por las lesiones, arriesgó su libertad por recibir asistencia médica de urgencia.




Y mientras Catalin C. mostraba las llagas de sus manos, su pareja, Ana Silvia B. de 29 años de edad, permanecía en coma en la Unidad de Quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla con el 80 por ciento de su cuerpo consumido por las llamas, avivadas por la gasolina. La huella de la violencia de género observada en dos extremos.




Catalin C. fue detenido por la Policía Local de Almería que, en virtud de un acuerdo con la Policía Nacional, se había involucrado en la búsqueda del presunto agresor desde la noche del sábado. El arrestado pasó dos noches en los calabozos de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional e ingresará esta tarde presumiblemente en el centro penitenciario El Acebuche tras pasar por el Juzgado de Violencia de Género número Uno de Almería.




Testigo
Los indicios en su contra son contundentes. Según fuentes de la investigación consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA, la propia víctima le identificó como autor del incendio intencionado. Varias patrullas de la Policía Nacional se personaron en la chabola en el Camino de la Goleta y hallaron a Ana Silvia B. gravemente herida y rodeada de un terreno calcinado. Antes de desvanecerse, la mujer señaló al agresor. “Ha sido él, Catalin me ha quemado, Catalin me ha matado, me ha matado”.




En segundo indicio es su contra es el relato de un testigo protegido. Este testimonio es incriminatorio y señala directamente a Catalin C. como autor del incendio que dejó en estado crítico a la joven de origen rumano, a la que habría rociado de gasolina antes.




Además, en tercer lugar, el expediente del detenido presenta otros episodios anteriores de violencia de género. El acusado tiene cuatro detenciones a manos de la Guardia Civil, tres de ellas por delitos de violencia machista, y una de la Policía Nacional por abusos sexuales a otra mujer. Esta última denuncia data del mes de octubre de 2015.




Asimismo, según confirmó el Subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, Ana Silvia B. le había denunciado por violencia de género, aunque luego desistió del procedimiento y propició el archivo de las diligencias en su contra. Ahora, Catalin C. está acusado de un presunto delito de homicidio doloso en grado de tentativa.




Denunciar
El subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, animó a las víctimas de violencia de género a buscar el apoyo del sistema público de protección y continuar con los procesos judiciales a pesar de las presiones de los maltratadores y sus entornos.


Según indicó García Lorca,  Ana Silvia B. de 29 años de edad denunció a su compañero sentimental Catalin C. por un delito de violencia de género, aunque luego retiró la denuncia y propició el archivo de las diligencias judiciales. “Se tenía conocimiento de antecedentes de malos tratos en la pareja”, explicó el subdelegado.“La víctima denunció, pero luego renunció al proceso y el expediente tuvo que sobreseerse y no se pudo someter al sistema de protección; quizás sea este el auténtico drama del caso”, añadió Andrés García Lorca.


Ana Silvia B. tenía un perfil en el programa VioGen, que establece las condiciones de riesgo de las mujeres víctimas de malos tratos, aunque no se beneficiada actualmente de medidas especiales de seguridad. De hecho, tras desistir de la denuncia por violencia de género contra Catalin C., vivía con su pareja en una caseta en el Camino de la Goleta (Almería).


Marginalidad Ahora bien, el caso se enmarca en un contexto de absoluta marginalidad, en circunstancias distintas a otras situaciones de maltrato. La propia consejera de Igualdad de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, subrayó las duras condiciones de vida de la mujer, dedicada a la mendicidad, y lamentó que esto pudiera dificultar su acogida dentro del sistema de protección.


Por otra parte, la consejera apostó por un pacto de Estado contra la violencia de género, tal y como pidió hace algunas semanas la presidenta Susana Díaz, para unir el esfuerzo de las administraciones en la lucha contra los malos tratos y mejorar los recursos públicos de detección de las agresiones y protección de las víctimas. “Tenemos que decir todos basta ya”, clamó ayer la consejera andaluza de Igualdad y Políticas Sociales en un acto en Maracena (Granada).



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