Solo han pasado tres meses y aún así la madre del barrio de Pescadería no podrá ver su nombre en una placa encabezando una de las calles en las que vivió y trajo al mundo a varias generaciones ya que se marchó a mitad del camino.
Será finalmente en el próximo Pleno Ordinario del Ayuntamiento de Almería cuando se apruebe el que Dolores Gloria Sevilla tenga el reconocimiento de sus vecinos a través de una calle en su barrio tras tres meses de tramitaciones administrativas. Llegará solo dos meses después de que falleciera, se marchó la tarde del 3 de marzo, pero servirá para que en la memoria de todos aquellos a los que ayudó a venir a este mundo en su barrio porque la comadrona de Pescadería forma parte de su historia.
Esta calle llega gracias a la solicitud de las asociaciones ‘La Chanca a mucha honra’, la asociación ‘La Traiña’ y la hermandad de la Virgen del Carmen quienes querían aún en vida reconocer el trabajo y la dedicación que esta mujer realizó a lo largo de su vida en ayudar siempre a los demás.
Sus ojos llenos de ilusión y emoción al saber de la iniciativa de sus vecinos estará siempre en la memoria de los que la conocieron cada vez que pasen por esa calle. Y es que cuando le contaron la idea, a pesar de que a sus 98 años y tras algunos achaques motivados por la enfermedad, estaba encantada.
La historia de Dolores Gloria Sevilla es la de una de esas mujeres cuyos únicos estudios fueron la tradición y la experiencia, además de contar con un don innato que le llevó a que nunca fracasara en sus partos, y es que en sus manos había vida.
La primera vez que atendió un parto le llegó de forma inesperada, se pusieron de parto en su casa y su madre la cogió y entre ambas, que no sabían nada, la atendieron. Después, ya casada, una mujer del barrio la llamó porque estaba a punto, la atendió y a partir de ahí la luz de sus manos sirvieron para alumbrar la vida de multitud de niños en Pescadería en una época en el que se carecía de casi todo.
Para todos Gloria siempre estuvo para todo aquel que la buscó. Era la madrina de más de la mitad de los niños del barrio y es que en esos tiempos difíciles ejercía de enfermera en las casas de las recién paridas para ayudarles a bañar a los pequeños, a curarles a ambos y cuentan que incluso en más de una ocasión, para llevarles algo de comida a aquellos que no tenían fácil el sacar adelante a los niños.
Atendía la comadrona de Pescadería a toda parturienta que la necesitara desde la calle La Reina a La Chanca, pero también hubo quien al cambiar de casa y marcharse a los nuevos barrios de El Tagarete o las 500 Viviendas venían con su bicicleta a recoger a Gloria. Y es que hasta cuando llegaron las profesionales preguntaban ante un posible parto a las futuras madres “¿te ha visto Gloria?” si la respuesta era afirmativa llegaba la tranquilidad porque sabían que estaba en buenas manos.
Cuentan sus hijos Ignacio y Gloria que una vez atendió un parto de unos gemelos con muy poco peso. Ante el miedo de la madre a que no sobrevivieran, su madre los metió bajo sus pechos e ideó un mecanismo para darles calor con botellas de agua caliente, y ambos salieron adelante. No había entonces incubadora pero la experiencia y ese don le permitieron buscar la forma de que ambos siguieran adelante.
Biografía Dolores Gloria Sevilla nació el 30 de marzo de 1918 en Balerma, localidad que abandonó con solo cinco años junto a su familia para trasladarse al que sería su barrio de por vida, Pescadería donde se casó y tuvo 7 hijos.
Le tocó vivir la Guerra Civil e incluso ver morir a su suegra mientras corría con su hija a buscar refugio en las Cuevas de las Palomas, y fue siempre una mujer reivindicativa que apoyó todas las reclamaciones de los pescadores de su barrio.
La calle llegará tarde, como suele suceder en estos casos aunque aquí la intención era que la viera en vida, pero sin duda servirá para que quede para siempre.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/104684/calle-para-la-madre-de-pescaderia