“No es bueno hablar ahora de renovación. La unidad del partido es lo más importante”

El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha sido entrevistado esta semana en SER Poniente.

¿Qué sensación le deja la legislatura que acaba de terminar?

Creo que los partidos tienen que dialogar. Hay un componente muy importante de radicalización en formaciones como Podemos, que dista mucho de la moderación, y luego hay un bloque de partidos más moderados, que lo han sido por su trayectoria. No entiendo por qué se tienen que vetar unos a otros. El PSOE es un partido muy importante para garantizar la gobernabilidad y más en esta situación y debería ponerse de acuerdo con el Partido Popular. Creo que a la democracia se le hace un flaco favor con estas elecciones y espero que el resultado permita esa conformación de gobierno.

Y, ¿si no es así?

Pues entonces el diálogo tendrá que ser continuo y garantizar la gobernabilidad. El hecho de no contar con un gobierno después de casi medio año es restarle posibilidades al crecimiento de nuestra economía, de nuestro mercado de trabajo y a todas las reformas que hay que continuar haciendo.

¿Al frente de un ayuntamiento se nota la parálisis legislativa?

Se nota un poco. Es cierto que la economía de El Ejido depende mucho de nuestra agricultura, que es el principal motor de empleo, pero nuestra economía es exportadora y la confianza exterior, muy importante. Es una afección relativa porque hay proyectos e inversiones que se ralentizan y hay que tratar de relanzarlos. A pesar de todo, no he parado de hacer gestiones al frente de las áreas del gobierno que nosotros necesitamos que actúen en el municipio.

En 2011, el PP obtuvo en El Ejido más de 19.000 votos en las elecciones generales, casi el 67% del total. En diciembre del año pasado fueron 13.200, casi 6.000 menos ¿Qué cree que puede pasar en junio?

Creo que no se pueden extrapolar los datos de 2011 porque, en aquel momento,  había un descontento generalizado después de dos legislaturas de Rodríguez Zapatero y había muchísimas ganas de cambio. El PP ha gobernado estos cuatro últimos años en una situación muy difícil, tremendamente complicada a nivel económico y de descrédito en el seno de la Unión Europea y ha habido que tomar medidas de ajuste que no son populares. Cuando hay que meter la economía en cintura se toman decisiones que no todos comparten pero que son necesarias.

Pero los casos de corrupción también han hecho un enorme daño a su partido. 

Ha habido una bajada de la confianza y se ha producido un desgaste por la corrupción. Es verdad que hay que atajarla y el PP está, como mínimo, permitiendo que se ataje, trabajando de una forma proactiva para que se pueda erradicar el problema: con las leyes que se han promulgado, dejando trabajar a la Fiscalía, a la Agencia Tributaria, a la UDYCO, a todos los organismos que velan por la transparencia, la honestidad y la integridad de nuestras instituciones. Esa es una parte. Otra es que también existe una caza de brujas, no se respeta el derecho a la presunción de inocencia.

¿En política, la ética es lo más importante?

Sí, el plano ético de los políticos es fundamental, quien no tenga un plano ético sólido no debería estar en política y eso tienen que verlo los partidos. No sé si la tendencia es un mayor voto hacia la izquierda. Sí se que ha habido un partido de izquierdas como Podemos que se han aprovechado de un movimiento social que estaba muy descontento con nuestra clase política y que, aprovechando esa situación, han tratado de enmascarar un partido comunista y con tendencias anarquistas detrás de ese movimiento social. El ciudadano está obligado a informarse bien, a saber a quién vota y las consecuencias que tiene su voto.

En las últimas municipales, su partido revalidó la mayoría absoluta, algo que no sucedió, por ejemplo, ni en Roquetas ni en la capital y, sin embargo, el PP de El Ejido tiene poco peso en la estructura orgánica del PP.

Es cierto, pero es que el PP de El Ejido venía de una situación difícil y complicada. Cuando se produjo la ruptura del PAL con Juan Enciso fue casi una refundación, aunque hubo mucha gente que permaneció unida. Se supo mantener una línea coherente y, al final, han llegado los resultados. Somos un equipo sólido, muy capaz, que renovaremos cuando toque, cuando se celebre el próximo congreso. Entonces, tendremos que mostrarle al partido lo que hacemos para que El Ejido tenga el peso que entiendo debe tener. Creo que, probablemente, lo que ha pasado sea más demérito de lo que hemos hecho aquí durante una serie de años y no de que se nos hayan cerrado determinadas puertas.

¿Se ha sentido respaldado por su partido en este tiempo?

Siempre. Me he sentido muy apoyado y muy respaldado por mi partido a nivel provincial, regional y nacional. Y se nos ha ayudado mucho desde la provincia. Cada vez que hemos tocado una puerta, se nos ha abierto. La atención que se le ha prestado al municipio ha sido extraordinaria. A nivel de partido, lo único que pretendemos es arrimar el hombro y tener la capacidad para representar a nuestros ciudadanos como se merecen.

¿Cree que el PP en Almería debería renovarse?

Creo que esas cuestiones hay que tratarlas con muchísimo respeto. Tenemos un presidente que ha hecho un magnífico trabajo, que lo sigue haciendo al día de hoy, que ha avalado ese trabajo con resultados y que ha demostrado una capacidad de trabajo absolutamente extraordinaria, como yo le he visto a muy poquita gente. Tanto al frente del partido, como de su municipio y de la Diputación sigue haciendo un buen trabajo y hay que tratarlo con enorme respeto. Creo que no debemos estar opinando de estas cuestiones porque la unidad del partido es lo más importante. Eso Gabriel Amat siempre lo ha tenido muy presente: hay que mantener al partido unido.

¿A veces hay que tomar decisiones que no gustan a todo el mundo?

Sí. Y, en el caso de Gabriel Amat su papel no siempre ha sido fácil, no siempre se le puede dar a todo el mundo lo que la gente quiere y pide. Lo que sí tengo claro es que el día que él decida dar un paso a un lado, se podrá ir con la cabeza muy alta.

¿Le ha pesado alguna vez la herencia recibida, haber formado parte de los equipos con Juan Enciso?

Para mí, la legislatura de 1999 a 2003 fue una etapa de mucho trabajo, pero estoy muy satisfecho con el trabajo que hice. La siguiente legislatura las cosas ya empezaron a cambiar desde el punto de vista político. Me sentía incómodo porque no se estaba contando la verdad. A mí me costó renunciar a mi cargo político. Lo hice con todas las consecuencias porque creo que el primer compromiso no era con quien era mi alcalde, sino con mis vecinos y con la verdad. El tiempo pone las cosas en su sitio y todavía queda tiempo, así que se seguirán poniendo más cosas en su lugar.

Cuando su equipo llegó en 2011, se encontraron un ayuntamiento en bancarrota, con proveedores que llevaban hasta cinco años sin cobrar, con sentencias por impagos, 50 millones de euros en obligaciones sin reconocer, con un agujero en la Tesorería de más de 114 millones. ¿Cómo se sale de ahí?

En primer lugar, poniendo las cuentas claras sobre la mesa. Había muchas facturas guardadas en los cajones, una contabilidad absolutamente falsificada, ... Hemos salido de ahí con orden, austeridad y un recorte de gastos porque no teníamos otro camino. Tuvimos que afrontar decisiones difíciles y al final, con una serie de planes de ajuste, hemos podido ir pagando a los proveedores. Creo que habremos pagado 60 millones de euros entre principal e intereses en estos cuatro años y medio que llevamos gobernando. El Ejido ha vuelto a coger  velocidad de crucero.

¿A veces tiene la sensación de que El Ejido es como la irreductible aldea gala de Asterix y Obelix?

Nosotros no, fuera es posible que alguien la tenga. Eso ha tenido que ver mucho con el enfrentamiento político. Pero nosotros no queremos ningún tipo de afrenta y si sacamos pecho es desde la humildad y desde el trabajo. El Ejido es un municipio importante y quiere tener su lugar, su espacio. Somos un municipio en construcción, pero aportamos mucho y no lo decimos desde el ‘ombliguismo’. El Ejido arrima el hombro a la unidad provincial. Nos sentimos muy cómodos con nuestra capital y muy orgullosos de sentirnos almerienses y el clima que se va creando es propicio para que no exista ningún enfrentamiento con la capital almeriense.