“Las cuentas están saneadas, lo de la contable pasa en las mejores familias”

Entrevista al presidente del Club de Mar, Abelardo Campra Leseduarte

Abelardo Campra durante la entrevista con LA VOZ.
Abelardo Campra durante la entrevista con LA VOZ.
Antonia Sánchez Villanueva
22:46 • 15 may. 2016

El Club de Mar ha sido estos días noticia no por los asuntos habituales, sus éxitos deportivos, sino por un desfalco de 78.000 euros de la excontable, ya atajado. El presidente aborda este asunto y la situación del club.




¿Hay lío en el Club de Mar?
Hace unos meses se detectó el problema de la contable, gracias a Dios cogido a tiempo, y fue despedida. Se presentó la denuncia en el juzgado, esta chica fue a declarar, ha reconocido los hechos y lo que estamos es intentado recuperar el dinero que se ha llevado.





¿Mantienen la confianza en el resto del personal?
Absolutamente.





¿Pero no van a exigir más responsabilidades?
Es lo que estamos viendo. Estamos esperando informes para ver si se depuran más responsabilidades.





O sea, que puede haber más ceses.
Puede haberlos, por una especie de negligencia en la vigilancia de las cuentas.





¿Ha causado este asunto inquietud a los socios?
Sí, porque no les gusta que si pasan cosas en nuestra casa se aireen. Por desgracia, esto pasa en las mejores empresas del mundo. Y en el Club de Mar, en 70 años de vida,  nunca había ocurrido algo así. Nosotros lo explicamos en la asamblea de socios, la gente lo comprende pero no le gusta que se aireen los problemas.





Quizá porque ha sido un club poco dado a contar sus cosas internas.
Bueno, la discreción no es mala, es buena. Pero no hay ocultismo. Todo es transparente y todo está clarísimo. Siempre la gestión se ha llevado de una manera muy eficaz, y de hecho aquí estamos, llevamos mucho tiempo, y sin deudas y esto ha sido la gestión de más de 200 directivos que han pasado a lo largo de la vida del club.





O sea, que esto no merma las cuentas.
Estos episodios pasan en las mejores familias. Pero al margen de eso, el club tiene sus cuentas saneadas, auditadas y clarísimas.



¿Cómo le ha afectado al Club la crisis?
La cuota que aquí paga un socio normal y corriente, es de 30 a 35 euros mensuales. Es una cuota pequeña, y aunque un recibo de 30 no hace daño, diez recibos de 30 sí. Cuando la gente lo usa poco, tiene hijos fuera estudiando, o gente ya mayor algunos van queriéndose dar de baja. De esa manera se han dado de baja algunos socios.



¿En un número preocupante?
No. El Club de Mar tiene una población de unos 2.000 socios, somos unas 5.000 personas, y que se hayan dado de baja unas 90 ó 100. En realidad no es mucha la cantidad. Y el club tiene sus arcas saneadas y sus cuentas saneadas, gracias a todas las directivas anteriores.



Pues tienen una base social muy fiel.
Fíjese que antes del año 2006 había listas de espera de 60 ó 70 personas para entrar. A raíz de la crisis desciende, y ahora mismo no hay lista de espera. Casi todos los clubes deportivos de España tienen una cuota de un 25 o 30% de su masa social, que son los socios que casi nunca utilizan el club y siguen pagando por ser socios.



¿Hay socios que hayan querido vender acciones?
Es que las acciones no se pueden vender. Cuando uno se hace socio, paga algo más de 9.000 euros de entrada, de los que 2.500 corresponden a la adquisición de un título social y los otros 7.000 a fondo perdido. Si el socio mañana se diera de baja, se le devuelve su título social y perdería los 7.000 euros. ¿Por qué es así? Si tú llevas 40, 50  ó 60 años de socio aquí, por tener estas instalaciones magníficas en el centro de la capital, es un poco como que el nuevo que se va a incorporar pague lo que le habría correspondido si se hubiera hecho socio hace 50 años. Ya desde la anterior directiva se dio la posibilidad de poder pagar el título social al contado y el resto en diez años, unos 50 euros mensuales, aparte de la cuota.



¿Y con esas condiciones están teniendo nuevas incorporaciones estos años?
En los últimos años ha habido seis incorporaciones de socios. Hubo un acuerdo de junta general de que por cada tres o cuatro que se dieran de baja incorporar uno para amortizar la devolución de los títulos sociales. Tampoco se quería masificar, porque físicamente no podemos crecer. Esto se ha quedado pequeño. Por nosotros tendríamos muchas más instalaciones, pero no podemos.



Tienen fama de caros. ¿Es este un club elitista?
Esa es la idea que ha estado siempre. Este club tiene un cúmulo de actividades, todas las escuelas básicas de los deportes que se practican aquí, escuelas de vela ligera, de natación, de tenis, de pádel, de gimnasia, de triatlón, y todas están abiertas al público, con un precio indudablemente un poquito más elevado que para el socio. Es caro si lo planteas como que solo para ser socio pagas más de 9.000 euros. Ahora, ¿qué te ofrece este club? Fíjate dónde estamos, en el centro, y toda la gama de actividades por la cuota de 30 euros. Ahora estamos llegando a acuerdos con los colegios para que los niños, que son la base del futuro, vengan aquí en jornadas de puertas abiertas a conocer el mar y a que conozcan el Club de Mar.



¿Les ha afectado la competencia de os nuevos centros deportivos abiertos  y aquí a su lado el Ego?
Pues no está siendo competencia. Es otro tipo de público, y nosotros lo que hacemos es ensalzar la calidad. Ciertamente el Ego tiene unas instalaciones mucho más grandes que estas, pero eso produce también masificación. Aquí hay un tratamiento personalizado.



A lo mejor es ahora más elitista que antes.
No, no es eso. Gente que estaba aquí y que se trasladó al Ego, ha comprobado que aquí la calidad en el servicio es distinta. Lo que hemos mejorado es para nuestros propios socios, lógicamente.



Existía un proyecto para ampliar el Club de Mar.
Efectivamente, había un proyecto Puerto-Ciudad, y de ampliación del Club de Mar, de la dársena deportiva, que con la crisis se quedó paralizado.



¿Tiene esperanzas de recuperarlo?
Ahora el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria están queriendo acercar la ciudad al mar. Y eso pasa por que esta dársena deportiva y lo que va hasta el Cable Francés sea un ámbito donde la ciudadanía pueda pasear y en esa esperanza estamos, a ver si pudiéramos nosotros tener más amarres. ¿Qué pasa ahora? Pues que la venta de barcos ha bajado.



Lleva ya varios años en juntas directivas, ahora como presidente. ¿Cómo ha visto evolucionar el club?
Yo conocía el Club de Mar antiguo, cuando estaba en Pescadería, y el primer cambio fundamental ha sido la ubicación. Es un privilegio para Almería tener este club aquí. En cinco minutos estás en el centro. El otro punto importante es la evolución en la actividad. Hay un giro importante de lo que era el ADN del Club de Mar, la náutica, hacia otro tipo de actividades deportivas con un gran número de gente.



¿Cuál es su  mayor necesidad ahora?
Necesitaríamos crecer, nos haría falta mucho más espacio. Hoy no son momentos de adquirir nuevas instalaciones, pero sería a través de acuerdos puntuales con otras entidades deportivas para que nuestros socios pudieran acceder a más.



¿Qué es el Club de Mar para la ciudad?
En su fundación, uno de los objetivos sociales era la práctica de todos los deportes náuticos y las animaciones culturales o bailes. En su día, esto se hizo para la sociedad almeriense, quizá venga de ahí el rastro de lo de elitista.



Un inciso: es que es una sociedad almeriense de apellidos ilustres.
Sí, es así. Y en su época cuando se funda, eran muy pocas familias las que tenían un barco. Y era un lugar de encuentro para las familiassocias… eso fue poco a poco dando lugar al crecimiento de la gran masa que hoy representamos. Luego giró más hacia el deporte y menos hacia la animación. Ahora ya no hay bailes, pero tenemos miles de actividades todo el año.



¿Cuándo les vence la concesión?
Ahora estamos pendientes de que nos la amplíen hasta 2041. En principio vence en 2018 y 2010, porque había dos parcelas, que se han unificado. El gobierno de Rajoy saca una disposicióny dice que aquellas entidades deportivas sin ánimo de lucro que realicen inversiones les será aumentado el tiempo de concesión. Como este club hace inversiones anuales en mantenimiento, aprovechamos para intentar aumentar la concesión. En ello estamos, pendiente de una decisión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria.



¿Qué retos tiene por delante su junta directiva?
Ampliar la concesión es lo más importante. Lo más inmediato la campaña de captación de socios, y tres, lo que siempre ha estado en todas las directivas, una gestión saneada económicamente, y la mejora continua de nuestros servicios e instalaciones. Nos gustaría hacer más cosas, pero no podemos crecer.



¿Cómo son las relaciones del club con las instituciones almerienses?
Fabulosas. Con el Ayuntamiento, con la Diputación, con todas las delegaciones territoriales de Deporte, Educación... Con la Autoridad Portuaria, somos casi casi sus mejores clientes, pagamos religiosamente y tenemos unas relaciones excelentes.
 



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