Cita del sureste español en Almería para la preparación ante terremotos

Técnicos, geólogos, servicios de protección civil y fuerzas de seguridad se citaron ayer en la Subdelegación del Gobierno en Almería para participar en uans jornadas sobre los riesgos sísmicos en el área del sureste peninsular, la más azotada por los terremotos.

Es una más de las actividades que se están desarrollando en los últimos meses en la provincia, intensificadas tras la oleada de movimientos sísmicos que se han producido en los primeros meses de este año, más de tres mil en apenas cuatro meses, lo que obliga a incrementar las acciones.

La cita de ayer estaba organizada por la Subdelegación del Gobierno y por la Dirección General de Protección Civil bajo el título ‘Riesgo Sísmico en el Sureste de la Península Ibérica’. Andrés García Lorca, el subdelegado, destacaba la importancia de la concienciación civil “sobre la realidad de estos riesgos naturales como base para minimizar las consecuencias de los impactos y garantizar la recuperación de los mismos”.

El caso de Lorca
La base de la jornada era la experiencia, el conocimiento empírico, obtenido del terremoto ocurrido en Lorca el 11 de marzo del año 2011, “que nos ha permitido considerar sus efectos y valorar la experiencia aprendida para afrontar los impactos materiales en un sismo de magnitud parecida” afirma García Lorca.

Y para hablar de esa experiencia se desplazaron desde la vecina Murcia los técnicos de la Unidad de Protección Civil de la Delegación del Gobierno en esa comunidad. Consideran importante entender que la coordinación y la cooperación entre administraciones “es fundamental para hacer frente a las emergencias que se producen”.

La predicción
Lo que parece claro es que resultamente altamente complicado predecir la llegada de un terremoto. Los estudios sobre las posibilidades siempre señalan lo que denominan periodos de recurrencia, que indican el tiempo en el que cabe esperar un seismo de proporciones improtantes.

En el caso de Almería se habla de un periodo de 450 a 500 años, lo que indica que después de un gran terremoto puede producirse otro en ese plazo. Sin embargo tampoco puede esperarse a que transcurran 500 años para que se produzca; sólo indica que en los siguientes 500 años tendría que registrarse... y el último de esas características data ya del año 1522.

Las administraciones, los técnicos, los investigadores y los colectivos profesionales trabajan desde hace ya tiempo en la coordinación de las actuaciones y en la adopción de medidas preventivas ante esa eventualidad “porque hemos de estar preparados en materia de riesgos naturales mediante una formación que genere una dinámica para combatir la vulnerabilidad social e institucional”.