‘El Saliente’ crece con el voluntariado

Manuel Nieto Berenguel tiene 39 años, reside en Roquetas de Mar es agricultor y estudia el grado de Trabajo Social. Además, saca tiempo como voluntario en la Asociación de Personas con Discapacidad El Saliente, donde actualmente hay cerca de 900 socios. Ese tiempo que dedican los voluntarios permite a la entidad programar un calendario de actividades de ocio y tiempo libre.

Lo curioso de este voluntariado, dice Nieto Berenguel, es que los que “salen ganando son los voluntarios”. Las personas con discapacidad son gente “fabulosa”. Y, curiosamente, “son ellos los que te integran a ti, no al revés”, asegura este voluntario de tiempo libre y ocio.

Comparte opinión con Ana Pérez Pérez, trabajadora social de El Saliente, que se encarga de seleccionar y formar a quienes se acercan hasta la asociación para colaborar como voluntarios. Todos, dice, tienen claro que “quieren dedicar parte de su tiempo a colaborar en la integración de las personas con discapacidad en todos los ámbitos”.
En función de la experiencia y del tiempo que cada uno puede dedicar al voluntariado, se le asigna una u otra actividad. Los hay que acompañan a los socios de El Saliente en las salidas del plan de ocio y tiempo libre. Otros acuden atienden a algún socio concreto a la hora de participar en una actividad determinada como la realización de un curso o taller, por ejemplo.

Apoyo a la discapacidad Los voluntarios que llegan hasta El Saliente lo hacen porque conocen la asociación, a algún socio o trabajador, pero otros muchos conocen esta labor en las distintas salidas que se organizan. A día de hoy son 25 los voluntarios que hay vinculados a la sede de la organización en Huércal de Almería. Otros 25 apoyan a las personas con discapacidad en la sede de Albox.

El voluntariado es parte del músculo de la asociación. Conocen la labor social, forman parte de ella y saben que tienen su importancia. Van de la mano de El Saliente para lograr el objetivo que no es otro que la plena integración de las personas con discapacidad en la sociedad. Integración laboral, social y también de disfrute del tiempo libre y del ocio, dice Pérez, que anima a cualquier almeriense que comparta la inquietud por el voluntariado a acercarse hasta la entidad y conocer en qué consiste.

Actualmente, el perfil del voluntario de El Saliente es una persona joven con interés por la integración de la discapacidad y que cuenta con tiempo para dedicarlo a otros.

Una dedicación que es “más que recompensada por los propios socios”, confirma el voluntario Manuel Nieto. “Parece que está muy dicho, pero es cierto que uno recibe mucho más de lo que da. Es muy satisfactorio”.

Las barreras Lo único que gusta “menos” es comprobar, cuando uno va con personas con movilidad reducida, “la cantidad de barreras arquitectónicas que todavía hay”, corrobora Nieto, que destaca el “crecimiento personal” que le ofrece el voluntariado. Es además una actividad que “engancha”, asegura convencido de que seguirá colaborando. “Sólo me arrepiento de no haber empezado antes”.