El propietario de una vivienda ubicada en la carretera de El Barranquete (Comarca de Níjar) vivió su particular pesadilla. Dormido profundamente, el morador no escuchó el crujido de los cristales de la ventana destrozados por el golpe de una pata de cabra y apenas pudo defenderse del asalto de los delincuentes, desatados en la búsqueda de dinero en metálico y joyas de fácil salida en el mercado clandestino.
Los ladrones pertenecían a una banda organizada y dedicada a desvalijar inmuebles de Almería y Níjar. Buscaban viviendas alejadas de grandes aglomeraciones urbanas, con potencial económico y posibilidades de acceso a través de ventanas sin protección o puertas expuestas.
El grupo accedía mediante escalo por la fachada o, sencillamente, a golpe de mazo. Luego saqueaba la propiedad y huía sin dejar rastro. Además, no dudaba en usar la violencia. En El Barranquete, por ejemplo, el morador abrió los ojos y se topó con una almohada sobre su cara y un ladrón intentando asfixiarle para evitar que frustrara la incursión. La Policía Nacional abrió una investigación sobre la banda y consiguió arrestar a un ciudadano marroquí como principal sospechoso del asalto en Níjar y de delitos similares en Almería y Lorca (Murcia).
Delitos
El Juzgado de lo Penal número Cuatro de Almería condenó al acusado a cuatro años y nueve meses de prisión por un delito de robo con violencia, un delito de robo con fuerza en una casa habitada y una falta de lesiones. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería ha revisado el caso y ratificado la condena de primera instancia.
Según la investigación, el acusado, como exponente de la organización, intentó asfixiar el morador de la casa asaltada en El Barranquete y participó en un robo con escalo en un piso ubicado en la Avenida del Mediterráneo de Almería.
En el primer suceso se apropió de un teléfono móvil de alta gama, un collar y un ordenador portátil, mientras en el segundo episodio la intervención del propietario evitó el asalto y orientó la investigación de los agentes de la Policía Nacional, que acabaron con su captura.
Dos jóvenes se dieron a la fuga y consiguieron escapar de las patrullas policiales. Sin embargo, los agentes echaron el lazo a un joven marroquí sin antecedentes penales y en situación irregular en España. “El acusado fue detenido portando una pata de cabra de grandes dimensiones, encontrándose otra pata de cabra y una maza de acero en el vehículo utilizado por el acusado y sus acompañantes, vehículo que figuraba sustraído, tramitándose diligencias por tal sustracción en los Juzgados de Instrucción de Lorca”, detalla el tribunal.
Ansiedad y golpes
La sentencia condena al acusado por una falta de lesiones en el caso de El Barranquete porque el morador consiguió zafarse del agresor y pudo salvar su vida sin grandes daños personales. Según los informes médicos, la víctima sufrió un grave ataque de ansiedad causado por la agresión inesperada y violenta, así como erosiones en espalda y policontusiones producidas durante la resistencia a los ladrones.
“El apelante sostiene que los instrumentos que se encontraron en el interior del vehículo -dos patas de cabra y una maza de acero- no eran de su propiedad sino de otro marroquí, pero lo cierto es que, con independencia de la propiedad de tales objetos, al recurrente lo sorprendieron intentando trepar, como se ha dicho, por la pared de una vivienda, junto con otras dos personas, dándose los tres a la fuga al ser sorprendidos por agentes policiales”, añade la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería.
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