“No soy un delincuente ni me escondo de nadie, aquí estoy dando la cara”

Este leonés lo busca media España, desde que se declaró el incendio en el vertedero de neumáticos hace más de una semana, que aún arde. Lo han criminalizado, vilipendiado, pero asegura que con él no puede nadie.

¿Qué hace en Almería el hombre más buscado de España?
Yo vengo por aquí muy a menudo, no me escondo de nadie. Tengo negocios en Aguadulce. Estoy jubilado pero no me gusta delegar en nadie.

¿Cómo fueron sus inicios?
Nací el año de la Guerra en un pueblo de León que se llama Villarrín del Páramo. Ya casi no quedan habitantes.Allí tuvimos la hombría, como los almerienses, de hacer pozos de muchos metros de profundidad para regar. Me marché de allí con 18 años. Era un pueblo de agricultores de cereal , patatas y remolacha.

¿Y sus primeros trabajos?
Empecé a trabajar en una empresa de León que fabricaba papel de estraza.Estuve dos años y después me fui a trabajar a Barcelona, a Caja Hispana de Previsión con la que estuve de delegado en Vigo, Cádiz, Castellón y Tenerife.  En 1972 monté una empresa de inversiones en sellos y cogí la mejor oficina de España en La Gran Vía mirando a los jardines de la Plaza de España. Los gestores de Forum Filatélico y Afinsa fueron discípulos míos. Ya estaba casado y con cuatro hijos. Después planté palmeras en Cádiz, pero la empresa salió mal y se secaron.

¿Cómo entró en el negocio de los neumáticos por el que se ha hecho famoso?
Era el año 2.000 cuando arrendé una finca de 100.000 metros con derecho a compra. Los desguaces me pagaban por depositar allí los neumáticos y yo tenía el proyecto de reciclarlos, pero no pude. Me estafó un señor de Alcoy al que pagué 26 millones de pesetas por una máquina de triturar ruedas que no servía. Cuando a mí me echaron de allí había del orden de 75.000 toneladas de neumáticos.

¿Por qué lo echaron?
Hice un contrato de alquiler con opción a compra pero no puede pagarla porque una parcela que vendí en Aguadulce en la calle Los Naranjos, no me la pagaron. Pero yo seguí allí y aparecieron unos técnicos norteamericanos que visitaron el centro y me aseguraron que con ello era posible producir gasóil y electricidad. Llegó la crisis en 2008 y no se pudo hacer y aquello ya empezó a decaer, pero antes vendí muchos neumáticos para recauchutado y segunda mano.

¿Qué pasó después?
Que la finca cambió de propietario, conmigo de alquilado. Un día en la calle el nuevo dueño me dice que le tengo que pagar 2,5 millones de pesetas al mes, en vez de 250.000 como estaba pagando. Le dije: “vete a la mierda que no quiero ni hablar contigo, y se acabó”. Se fue al juzgado y me desahució en 2011.

Si ya no tiene nada que ver ¿Por qué lo siguen culpando del desastre?
Puñetas, eso es lo que no sé. Allí hubo un proyecto después de irme yo que lo valoraron en 12 millones de euros y que se iban a repartir lo que se podría decir mi piel.

Pero los neumáticos siguen siendo suyos, aunque usted no le interese ahora porque hay fuego.
Cuando yo salgo de allí, ya pierdo todos los derechos y la propiedad es de quien tiene el suelo, como dice la ley.

El inquilino de una perfumería no pierde los perfumes, aunque lo echen del local.
Bueno, pero es que que dónde iba yo a meter los neumáticos. Pero por sentencia del juzgado me obligan a dejar libre la finca pero yo no saco la maquinaria, ni la máquina ni las ruedas porque no me dieron plazo.

Los neumáticos siguen allí y usted no se los lleva, pero el dueño de los terrenos ha salido de indemne y no se sabe ni quién es y a usted lo conoce toda España.
Es lo que no me explico. Este señor es un constructor que ganó mucho dinero apellidado Menchero, que compró media Seseña.

¿Quién es el reponsable entonces en su opinión?
La ley es muy clara: cuando el dueño de un vertido de neumáticos no los retira, se tiene que encargar el Ayuntamiento de forma subsidiaria. Y los gastos cobrarlos al propietario si puede pagarlos. Pero creo que Menchero está ahora arruinado. A mi me han contado que querían hacer negocio con mis neumáticos y que estaban involucrados el alcalde Seseña, el de Borox, el de Illescas y unas periquitas, para repartirse  mi sudor.

¿Usted cree que el incendio ha sido provocado?
Jajaja, eso está claro. 

¿Para qué?
Bueno, ya cada uno que piense lo que crea oportuno, pero los neumáticos si no es a base de atizarlos no arden. Yo estuve el sábado por curiosidad a verlo el sábado,  porque fuí a ver una familia rumana que viven al lado, que yo tenía de empleados.Había estado lloviendo hasta un día antes, eso tiene que ser intencionado.

¿A quién le puede interesar ese fuego tóxico?
Alguien habrá, investigue. Yo desde luego no lo voy a decir, por si acaso. Es más claro que el agua.

¿Y por qué ha salido en los telediarios como que está usted en busca y captura?
Yo que sé, quizá por alguna orden judicial anterior que no me ha llegado. Mire usted yo esta tarde (por ayer) he ido a la Policía de Almería, he sacado mi carné de identidad y he preguntado: agente, ¿me están buscando?  y me ha dicho que en el listado de prófugo no aparezco.

¿Ha llegado usted a estar en la cárcel por delito ambiental?
¿Qué?, mire, a mi me pusieron dos o tres denuncias por el vertedero y me condenaron con una sanción económica. Al juez lo conocía de que yo había estado en Tenerife y él en Gran Canaria.

Pero a usted ahora, muchos lo acusan de delincuente, sobre todo en el pueblo de Seseña.
A mi me importa un bledo lo que los demás opinen, lo que me indigna es que están involucrando a mis hijos. Hay una mano negra. Cómo es posible que cada media hora, en los telediarios y la radio se abre con esto del fuego y me nombren. Mi exmujer llamó el otro día a Antena 3 Noticias y los puso perdidos y le prometieron que no volverían a hacerlo.

¿Qué le dicen sus hijos?
Tenemos mucha sensatez y somos una familia para lo que haga falta, ellos están conmigo y yo con ellos. Muchas veces me dicen que deje lo de Aguadulce, pero mientras que pueda seguiré viniendo cada mes.

¿Le gusta Almería?
Ahora ya no. Antes sí.  Pero eso no es por hacer un desprecio, es que ya no me encuentro cómodo. Vengo porque tengo que arreglar aún los papeles de la urbanización.

¿Es verdad que allí en Seseña llegó a las manos con el célebre Francisco Hernández El Pocero?
Sí es verdad que discutí con él, pero no llegué a las manos como dicen, eso no. Fue porque no me quería dejar pasar por el camino de acceso al vertedero. Es un tío simpático, pero muy animal.

¿Cree que seguirá ardiendo el vertedero?
A mi eso ya no me preocupa, pero creo que solo ha ardido un 20% de los neumáticos.

¿Qué sintió  cuando se asomó a verlo?
Pues eso era algo que podía ocurrir en cualquier momento, tal como se estaba gestionando. Pero vamos que yo no era como Nerón viendo quemarse Roma. No sentí ni frío ni calor. Eso solo se arregla poniendo más medios y con más dinero.