“La zapatería se convirtió en una gran bola de fuego"

“Cuando hemos llegado la zapatería era una bola de fuego”. Quien así habla es Manuel Hita, jefe de turno de Bomberos de Almería ayer tarde cuando un incendio, “aparatoso y escandaloso”, reunía en el número 87 del Paseo Marítimo a decenas de curiosos y a todo el turno de bomberos: 16 personas y tres camiones. Más de hora y media emplearon en extinguir el fuego y casi dos horas más dedicaron a refrescar la zona, evaluar detenidamente la estructura y recoger material. El balance: Salvador Artesano Zapaterías, arrasada y cinco personas atendidas por inhalación de humo.

Y si sofocar un incendio (cuya columna de humo se podía ver desde buena parte de Almería) era fundamental para los bomberos, la “prioridad absoluta” eran los vecinos del inmueble. “Lo que más me preocupaba era que el humo y los gases letales produjeran problemas en el edificio”, relata Hita, que explica cómo personal de Bomberos subía por la escalera y verificaba que ningún inquilino pudiera verse afectado por el humo.

Evacuados y atendidos
Aún así, y en cuanto se pudo, los bomberos ayudaban a bajar desde la quinta planta a una pareja con una niña pequeña, que era atendida por personal sanitario del 061. También se atendía, por inhalación de humo, a sus padres. Y ya después, con el tiro de escalera limpio de humo, salían por su propio pie otras tres personas más, que también eran atendidas por los sanitarios. Ninguno fue trasladado al hospital.

El espectacular incendio se iniciaba sobre las seis de la tarde en el doble techo de la zapatería. Y, al parecer, un cortocircuito estaría detrás del suceso.

El incendio
“Cuando la chica que trabaja en el local se da cuenta de que algo sucede, el doble techo se colapsa y se produce una deflagración”. Esto, sumado a que el establecimiento está lleno de zapatos que arden rápidamente, provoca una “gran bola de fuego”, cuenta Manuel Hita.

Una bola de fuego que hace estallar los cristales de la zapatería y pone en alerta a vecinos, clientes de la contigua heladería La India, paseantes y a muchos almerienses que aprovechaban el buen tiempo para darse un baño en la playa. En apenas unos minutos, decenas de personas se acercaban al lugar para saber qué había pasado. Comenzaban entonces los rumores. Que si había explotado una bombilla, que si la causa estaba en el cuadro eléctrico, que si el incendio se había iniciado en el almacén del establecimiento. Serán los bomberos los que realicen el informe definitivo, aunque, de momento, achacaban el incendio a un cortocircuito accidental.

Apoyo municipal
El concejal de Urbanismo y alcalde accidental, Miguel Ángel Castellón, llegaba al Paseo Marítimo acompañado del concejal de Presidencia, Manuel Guzmán, para poner “todos los servicios municipales a disposición de los vecinos afectados” y para interesarse por un suceso “tan espectacular” y la labor de los bomberos.

Castellón, que tuvo oportunidad de charlar con los vecinos afectados, valoraba positivamente  que no hubiera que lamentar daños personales, aunque reconocía la gravedad de los daños materiales provocados fundamentalmente en la zapatería, que acabó arrasada por el fuego.

La gran carga de fuego y la “altísima temperatura” que se alcanzó en la zona provocó que cayeran tortas de yeso y que los pilares del edificio quedaran al descubierto.

Aún así, y a falta de un estudio más exhaustivo a cargo de técnicos municipales y bomberos, los elementos estructurales del edificio de seis plantas parecían no estar afectados. Una situación que permitiría a los vecinos regresar a sus viviendas y tratar de olvidar el susto.