La fiscal apela a la suma de indicios contra el clan de Los Culebros en el asesinato de José Ángel Bru

El juicio por el asesinato de José Ángel Bru, cuyo cadáver apareció en un coche en llamas junto a la A92 en Gérgal, finalizará el próximo 23 de junio con la exposición de los informes finales de las defensas. Ayer, la fiscal y las dos acusaciones particulares presentaron sus conclusiones en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería, que juzga a ocho personas, la mayoría pertenecientes al clan de Los Culebros.

Sin la comparecencia de testigos directos en el crimen, la fiscal apeló en su informe a la suma de indicios contra la familia Sánchez Lázaro. Estos indicios son, de forma simplificada, la triangulación de la posición de los teléfonos de los acusados durante las horas del crimen (coinciden con los lugares clave del caso),  las escuchas telefónicas (tanto de la Guardia Civil como las aportadas por el padre de José Ángel Bru), el hallazgo de un guante con restos de ADN de la víctima y ciertas contradicciones que, según la fiscal, habrían cometido los acusados en sus declaraciones.

Las letradas Esther Navarrete y Aurora Caparrós respaldaron la acusación fiscal y subrayaron la legalidad de las escuchas telefónicas. Este aspecto será determinante en el futuro recorrido judicial sobre el crimen, porque las defensas sostienen que las escuchas fueron ilegales. No en vano, la Benemérita seguía a los Culebros en el marco de la Operación Mácula, un caso distinto, vinculado al narcotráfico.