Fin de curso musical en el aula hospitalaria

El aula hospitalaria de Torrecárdenas ha cerrado el curso con una fiesta en la que alumnos del CEIP Diego Velázquez, de El Ejido, han acompañado a los niños hospitalizados. El coro de la UAL, dirigido por Juan Muñoz, y el mago Zoilo Kerbassi, han puesto color al acto de adiós al curso 2015-16. Un curso en el que casi 1.200 niños han pasado por el aula hospitalaria de Torrecárdenas. Una fórmula que permite, de la mano de Educación, que los pequeños no se descuelguen del ámbito escolar a pesar de estar en el hospital.

Precisamente, éste es uno de los objetivos de las aulas hospitalarias (hay una en cada uno de los hospitales públicos de la provincia), que mantienen a los pequeños ingresados en contacto con su entorno.

Así lo ha apuntado la gerente del complejo sanitario, Francisca Antón, que explica cómo esta propuesta evita que los pequeños vean interrumpido su curso escolar y se sientan alejados de su entorno habitual.

María del Mar Bautista es una de las maestras que desarrolla su labor en Torrecárdenas. Explica cómo en el hospital de la capital almeriense, el aula se desdobla para atender a alumnos de Oncología pediátrica, a pacientes crónicos, a los niños de la unidad de hemodiálisis infantil y a los llamados “agudos”, que son los pequeños que están “de paso”.

Cada uno de los grupos está atendido por un maestro que, dependiente de la delegación territorial de Educación, se encarga de que los alumnos “sigan enganchados a su curso, mantengan relación con su aula, sus compañeros y su colegio”.

De ahí que en la fiesta de ayer fuera el CEIP Diego Velázquez el invitado, señala el responsable de Enfermería de Torrecárdenas, Felipe Cañadas, que indica cómo uno de los pacientes de hemodiálisis infantil cursa en ese centro de El Ejido.

A la fiesta de fin de curso acudió el delegado territorial de Salud, José María Martín, que acompañó a la gerente, los maestros y también a un buen número de sanitarios del área de Pediatría.

Ahora, Cruz Roja
Un servicio que no cuelga el cartel de cerrado por vacaciones. Al contrario, a partir de ahora son voluntarios de diferentes colectivos como Cruz Roja, por ejemplo, los que toman el relevo a los maestros del aula hospitalaria. Procuran a los niños ingresados espacios de ocio para que “olviden”, al menos por un rato, que están entre las paredes del hospital.

Programas como Un Mundo de Estrellas permite a los niños hospitalizados estar en contacto, a través de la red, con otros pequeños ingresados en otros centros sanitarios andaluces. Juegos, música y magia tomarán el aula.