Si las elecciones generales fueran la Bolsa, diríamos que ante las turbulencias de los mercados, los inversores (votantes) se refugian en los valores seguros, en lo conocido. Es solo un prisma desde el que interpretar el resultado que ayer salió de las urnas ayer en España, en una convocatoria electoral repetida seis meses después.
Decir que poco ha cambiado con respecto al 20D sería tan incierto como aseverar que hay cambios sustanciales. El mapa político español ha repetido la fragmentación de diciembre y el país se enfrenta, por segunda vez, a un complicado escenario para la gobernabilidad. Pero, dicho esto, la nueva aritmética parlamentaria que ayer quedó configurada ofrece sumas más claras para una mayoría suficiente (que no absoluta) de gobierno.
La subida del PP
El resumen del 26J es el siguiente. El PP gana de nuevo las elecciones generales, y lo hace reforzado, con más votos y con más escaños que en diciembre: 137 diputados (gana 14) y un 33% de los sufragios (cinco puntos más). Los populares de Mariano Rajoy han cogido mucho aire con respecto a diciembre y, salvo en Cataluña y el País Vasco, se han impuesto en todas las comunidades autonómicas (Andalucía, tradicional bastión socialista, incluída). Rajoy es así el gran triunfador de las elecciones, a pesar de que ahora, como en diciembre, no pueda gobernar si no es con apoyos.
Y, paradójicamente, quien también gana aunque baje en diputados es Pedro Sánchez. El líder nacional del PSOE ha conseguido evitar el peor de sus escenarios posibles: que Unidos Podemos hubiese consumado el sorpasso y hubiera relegado a los socialistas al papel de tercera fuerza política y segunda de la izquierda. No ha sido así. El PSOE ha obtenido 85 escaños en el Congreso, cinco menos que el 20D, pero las 7 escuetas décimas que mejora en porcentaje de voto (22,69%) le suponen un salvoconducto para seguir al frente del PSOE.
Paradójicamente también, a quien muchas encuestas vaticinaban como la gran revelación de las elecciones, la coalición Unidos Podemos (Podemos, IU, Equo y las confluencias En comú Podem, Compromís y En Marea) se queda muy lejos de sus expectativas, pese a sumar dos diputados más y situarse en 71. Pablo Iglesias no consigue así su objetivo de superar al PSOE y liderar a la izquierda española.
Por último, el mayor batacazo del 26J se lo lleva Ciudadanos, que baja de 40 diputados en diciembre a solo 32 y se desinfla en favor del PP.
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