A la playa con la lección aprendida

Desde el paso día 5 las playas de la capital están más seguras. El servicio de socorristas de Cooperación 2005 ha desplagado sus efectivos en el litoral con el propósito de  que disfrutemos de este verano con garantias. 
Hasta ahora, no se ha registrado ningún incidente. Lo que no implica que desde los puestos de vigilancia se baje la guardia. Más bien lo contrario. 

Al frente de este equipo se encuentra Óscar Paris, quien recuerda la importancia de respetar las normas. “Son los turistas quienes más se resisten a cumplir con las indicaciones, probablemente, porque quienes proceden de zonas de interior carecen de cultura del agua. Están acostumbrados a un aspecto más lúdico-recreativo por las piscinas que nada tiene que ver con un medio acuático como el mar”.

Asistencias  
A pesar, de los pequeños ‘tirones de oreja’ en las playas de la capital no se ha registrado, al menos en los últimos siete años, ningún incidente de gravedad. La mayoría de las asistencias que requieren la intervención  de los socorristas tienen un carácter menor, se trata de “fundamentalmente picaduras de medusa y algún que otro caso de lipotimia, nada que ver con actuaciones donde esté en juego la vida de las personas”, especifica Paris. 
Los bañistas suelen ser “más reacios” a cumplir con el protocolo cuando se produce el cambio de banderas. Sobre todo cuando, si las circunstancias lo indican, hay que  izar la bandera roja lo que implica la salida del agua. 

Menores
A partir del 15 de julio y hasta finales de agosto, las playas de la capital registran el mayor volúmen de bañistas. Aglomeración que, en no pocas ocasiones, tiene como resultado la pérdida de menores. Es por eso que desde el servicio de socorristas se recuerda que existe, de manera gratuita, “un sistema de identificación por el que se toman datos de los pequeños  de carácter fisiológico, su indumentaria, cualquier detalle que agilizara la labor del servicio de emergencia en caso de perdida”, explica el Coordinador del servicio de socorrismo.

 En la mayoría de las ocasiones, lo que se producen son desorientaciones de los pequeños. “Salen del agua y, entre tanta sombrilla, pierden las referencias. En ocasiones, hemos llegado a  encontrarlos tras haber recorrido unos 1.000 ó 1.200 metros caminando”, apunta Paris quien además señala que “no suele ser habitual que los ciudadanos hagan uso de este servicio, que, por otro lado, nosotros ofrecemos especialmente cuando se produce la llegada de grandes grupos de escolares”. 

En lo que llevamos de verano en las playas de la provincia de Almería se han pregistrado un total de tres ahogamientos. En el mes de mayo un chico de 19 años y de origen marroquí,  perdía la vida en San Juan de los Terreros, en Pulpí, donde se bañaba con un grupo de amigos. Días después, un hombre de 67, quien había salido a navegar en barca, era encontrado ahogado en la zona levantina. El últimos de los sucesos se produjo el pasado fin de semana. Un hombre de 31 años de edad desaparecía mientras prácticaba buceo en la Cala de San Pedro en Níjar. El cadáver del joven era localizado el pasado martes por un particular con un kayak  en la playa de Las Negras del mismo municipio.