Las niñas del Ecoprix, 30 años después

Se han vuelto a reunir para recordar los años dorados del primer supermercado almeriense

Algunas llevaban más de treinta años sin verse.
Algunas llevaban más de treinta años sin verse.
Eduardo D. Vicente
20:00 • 17 jul. 2016

Eran adolescentes con ganas de comerse el mundo, que a finales de los años setenta llegaron a Ecoprix para formar parte del primer gran centro comercial que tuvo la ciudad. Eran jóvenes dispuestas a trabajar hasta los días festivos en una época en la que ganaban más dinero echando horas extras que con el sueldo. 




Había que trabajar duro, pero lo hacían con la ilusión de la juventud, cuando la paga de cada primero de mes era un milagroso generoso que les permitía ir cubriendo sus primeras ilusiones. A primera hora de la mañana, una furgoneta de la empresa las iba recogiendo en el centro de la ciudad, en las paradas oficiales de la Compañía de María y de la Rambla, y después, al final de cada jornada, el coche volvía a dejarlas en el punto de partida.
Ecoprix se puso en marcha en el verano de 1975 con el eslogan “ven al economato de las definitivas soluciones”.  Se trataba de una sociedad anónima que en los meses previos a la apertura desarrolló una intensa campaña de publicidad para buscar socios por el módico precio de doscientas pesetas al mes, con el atractivo de poder comprar a precio de costo.




El lugar elegido para su instalación fue la Cuesta de los Callejones, un rincón apartado de la ciudad donde la gente pudiera ir con sus coches y encontrar aparcamiento sin ningún problema.  Ecoprix se inauguró el 28 de julio de 1975 y fue acogido como una señal de modernidad que anunciaba la llegada de nuevos tiempos, con otra forma de concebir el comercio. 




El día de la inauguración fue un acontecimiento en la ciudad. Aunque en principio el almacén era de uso exclusivo para los socios, se abrieron las puertas para que todo el público pudiera ver las instalaciones. Fue tanta la expectación, que la empresa organizó un servicio de autobuses gratuitos que salían cada hora desde la puerta del colegio de La Salle. 




Fueron muchos los almerienses que pasaron allí la jornada disfrutando de aquel gigante que en una sola nave reunía secciones de confección, ferretería, zapatería, juguetería, artículos de regalo, alimentación, droguería, perfumería y carnicería. Como la inauguración coincidió con el mes fuerte del verano, la empresa sorprendió a sus visitantes como una impresionante muestra de artículos de playa.




El gran supermercado de la Cuesta de los Callejones sobrevivió durante catorce años, hasta  su cierre en el verano de 1989. En estos días, un grupo de aquellas muchachas: Rosa Dionis, Victoria López, Marili Castellas, Sara Sánchez, Mercedes Andújar, Maribel César, Inés López, Paqui Ruiz, Isabel Espín, Maribel Ibarra, Loli Castilla, Carmela Leal, Ana López, Magdalena Rubio, Isabel Mllina, Loli Hernández, Kika Sánchez, Paqui Ortega, Ana Morel y Loli López Chacón, han vuelto a reunirse para recordar aquellos años inolvidables.
 






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