Ocho almerienses alcanzan el título de patrón de yate con Federico Campos

De la Escuela Náutica Deportiva Rezón, con sede en Almería, y dirigida por el capitán Federico Campos, ha salido una nueva promoción de patrones de yate. Son ocho y llegaban con la ilusión de entender mejor el mar, sus secretos y las fórmulas para una correcta navegación.

Llegaban a la escuela con la experiencia previa del título de Patrón de Embarcaciones de Recreo con el objetivo de dar un paso más para convertirse en patrones de yate de las manos de su instructor Federico Campos.

El desarrollo del curso y la convivencia ha resultado tan satisfactoria que todos ellos se plantean ahora llegar a la máxima titulación de la náutica deportiva, la de capitán de yate, también de la mano de su instructor y director de la Escuela Rezón.

Federico Campos afirma que que sin lugar a dudas este ha sido un grupo ejemplar, disciplinado y dispuesto a aprender las técnicas y secretos de la navegación. “La dedicación, esfuerzo y perseverancia han dado su fruto y todos ellos han resultado aptos en las pruebas”.

Arte de Marear
El capitán Campos considera que a estos ocho nuevos patrones almerienses “ya se les puede llamar gente de mar” por la buena aplicación y el aprendizaje desarrollado en estas últimas semanas. Patrones que sabrán aprender el “Arte de Marear”, expresión antigua con la que las gentes de la mar  definían la pericia de sortear y manejarse entre las olas”.

Federico Campos ha formado a más de mil quinientos patrones desde su Escuela Náutico Deportiva en sus distintas modalidades en los últimos años; desde la obtención de la licencia de navegación hasta el máximo rango de capitán de yate, estos últimos una titulación mucho más exigente pero que ya suma veinte patrones en la flota almeriense. Federico Campos espera que Almería sea un lugar de referencia a nivel europeo en la náutica deportiva, y especialmente en la navegación a vela por tener una bahía de condiciones excepcionales para este tipo de navegación y “un clima sin igual durante todo el año”.

Y para poner broche de oro al curso los alumnos, ya patrones, acudieron a una cena en el Club de Mar con su instructor y algunos familiares. Era la víspera de la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los navegantes.