Concha Márquez se despide del Ayuntamiento tras 35 años de servicio

Llega el momento de hacer una pausa, un giro y un cambio en nuestras vidas, y felizmente ese es el momento en el que se encuentra Concha Márquez, una persona sobradamente conocida en el ámbito almeriense, tanto a nivel personal y de compromiso, como por su trayectoria profesional.

En el año 1974 inicio sus estudios de Asistencia Social, como se denominaba entonces, en la Escuela de Alicante, por aquellos entonces, una carrera incipiente y casi desconocida.

A final del año 1977, acabada su formación, regresa a Almería para poner en practica lo aprendido. Se involucra, de forma voluntaria, en trabajos sociales con personas necesitadas, en La Calamina, del Barrio de Pescadería. Desde ahí sigue participando en cuestiones sociales y, a través de CCOO, comienza a colaborar con el mundo de  la pesca.

Primera corporación
El 3 de Abril de 1979 se constituyen los primeros Ayuntamientos democráticos. Era necesario poner en marcha muchas cosas que no existían. En 1981, se convocan las dos primeras plazas de Trabajadoras Sociales y Concha llega al Ayuntamiento.

Lo mas imperioso de trabajar en ese momento, era la sanidad, participando en el Plan de erradicación de La Lepra. Todo estaba por iniciar, programas para la mujer maltratada, la drogodependencia, infancia, tercera edad, o para la reinserción.

Servicios sociales
Participó de forma activa en la creación de toda una red de asistencia social, en el Ayuntamiento y en los barrios, una estructura que aún perdura. Han sido 35 años de trabajo constante, abnegado, callado, lleno humanidad, honestidad y profesionalidad.

Ademas  ha trabajado en diferentes colectivos, desde CC.OO., asociaciones de vecinos, otras asociaciones y ONG’s o la política, llegando a ser condejala en la Corporación 1995-1999, desempeñando la responsabilidad  de Cultura en 1999-2001, con creaciones como el festival “Alamar”. También fue entonces cuando comenzó a salir la cabalgata de Reyes de La Alcazaba.

Pero es hora de cambiar el rumbo de la vida, para pasar a hacer nuevas cosas y continuar participando con mas ahínco, si cabe, en las que ya hace y también de poner al servicio de nuevos profesionales la gran experiencia que atesora. Concha Márquez, más que a ella le pese por su modestia, es una persona honesta e imprescindible