La UAL dejará sin clases de natación a más de 200 niños de la zona

La medida ha provocado mucha indignación entre los vecinos de La Cañada, El Alquián y El Toyo 

Representantes de la Asociación de Vecinos San Urbano y del AMPA del colegio San Indalecio.
Representantes de la Asociación de Vecinos San Urbano y del AMPA del colegio San Indalecio.
Rosa Ortiz
12:05 • 14 ago. 2016

Los padres de los niños que, hasta ahora, participaban en las actividades ofertadas en el centro deportivo de la Universidad, han recibido con una mezcla de sorpresa e indignación la noticia de que, a partir de septiembre, la gestión del centro cambiará y dejarán de darse estas clases para personal externo a la institución universitaria. En la actualidad, más de doscientos niños que cursan estudios en distintos colegios públicos de La Cañada, El Alquián y El Toyo, dan clases de natación en la piscina cubierta o participan en las actividades ‘multideporte' del centro.




“Esta noticia no ha pillado a contrapié. Estamos indignados”, afirma María del Mar Filloy, vicepresidenta de la Asociación de Vecinos San Urbano de La Cañada.Los afectados aún están por decidir qué medidas tomar, pero no descartan ninguna si la Universidad no cambia de parecer. Incluso, dudan de la legalidad de la medida, puesto que las instalaciones deportivas, recuerdan, se construyeron sobre terreno público. 




Movilización
Están dispuestos, según ha podido conocer este periódico, incluso a manifestarse si la UAL termina cerrando el paso a las instalaciones deportivas a quienes no trabajen o estudien en la institución.  De momento, piensan en una campaña de recogida de firmas que quieren presentar al rector, Carmelo Rodríguez, cuando comience el curso. “Pero si tenemos que hacer una pitada, la haremos”, dice Fernando Pozo, vocal de la Asociación de Padres y Madres del colegio público San Indalecio, de La Cañada.




También quieren reunirse con representantes municipales para hacerles conocedores de la situación. “No sabemos si el Ayuntamiento tiene noticias de esto. Creemos que la Universidad no debería seguir adelante con lo que parece una ‘privatización’ de sus servicios”, opina otro de los padres afectados, Carlos Martín, secretario del AMPA y también de la Plataforma “Salvemos la playa de La Cañada”. 




Solo para universitarios
En un comunicado remitido a La Voz, María del Mar Ruiz, vicerrectora de Deportes de la UAL, señaló que “para el próximo curso, el centro deportivo va a ofrecer nuevas actividades, diferentes a las que se venían ofertando y estarán destinadas únicamente a la comunidad universitaria. Es decir, se producirá un cese de las actividades que se venían desarrollando en el centro deportivo. Y se va a implantar un nuevo modelo de gestión, la UAL asume la gestión de las instalaciones deportivas para ofrecer una oferta de actividades exclusiva para los miembros de la comunidad universitaria y para garantizar las necesidades docentes que requieren las enseñanzas regladas de la universidad”. Las declaraciones de Ruiz fueron publicadas, en este mismo periódico, el pasado 3 de agosto.




Desde esa fecha, los padres empezaron a movilizarse. De momento, los contactos se están fraguando a través de las redes sociales porque hay mucha gente que aún está de vacaciones, pero en septiembre, en cuanto comiencen las clases y se recupere una cierta normalidad en los horarios, los afectados prometen dar “mucha guerra”. “Nos parece inconcebible que la Universidad actúe como si fuera un centro privado cuando es una institución pública que debería abrirse a la ciudad”, asegura Juan Cruz, vicepresidente de la Asociación de Vecinos San Urbano de La Cañada. Cruz reconoce estar “profundamente molesto” con la posibilidad de que niños con discapacidad que realizan su rehabilitación en la piscina de la UAL puedan dejar de hacerlo.




De momento, ha sido esta asociación junto con los padres y madres de los alumnos del CEIP San Indalecio quienes han cogido la bandera de las protestas, pero sus miembros esperan que, en las próximas semanas, se les sumen más damnificados por esta situación. “Como yo, estamos muchos. Vivo a cinco minutos de la Universidad y, para mí, dejar allí a mis hijos en clases de natación o en las actividades multideporte, era una garantía. Estaba muy tranquila porque los profesores eran muy buenos. Ahora no sabemos qué hacer”, dice Gema Escámez, una de las madres afectadas. 
En funcionamiento desde 2008, el centro deportivo de la Universidad de Almería cuenta con salas para actividades dirigidas, pistas de fútbol -en las que también entrenan distintos clubes de fútbol, desde juveniles a veteranos-, tenis, pádel y atletismo y piscina cubierta. 





Temas relacionados

para ti

en destaque