“Sería inmoral ponerle aire a los presos”

El director de El Acebuche responde a las críticas sobre el estado de algunos módulos del centro 

El director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz.
El director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz.
Rosa Ortiz
14:01 • 14 ago. 2016

“Es una frivolidad que alguien reclame aire acondicionado para los reclusos. Ha habido gente que se ha sentido ofendida por ese comentario. Francamente, en 35 años de profesión, jamás he escuchado una petición semejante”. Así de contundente se ha pronunciado el director de la prisión de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz, después de que este periódico recogiera las críticas que hacen algunos reclusos sobre el calor que pasan en verano.




De la Cruz afirma que “no hay prisión en el mundo” en la que los presos tengan aire acondicionado. “Creo, además, que sería una inmoralidad siquiera plantearlo. Hay muchos ciudadanos libres que no han cometido ningún delito y tampoco tienen aire acondicionado”.




“El aire acondicionado en las celdas  ni está ni estará en la vida.  Los ciudadanos no tiene por qué pagar con sus impuestos comodidades extraordinarias a los internos. Además, esto se intenta suplir facilitándoles que, por un precio módico, puedan comprarse un ventilador en el economato de la cárcel”, sostiene.El máximo responsable de la prisión niega, además, que en la cárcel haya barrotes oxidados o cristales rotos, como reflejaba esta denuncia. “Jamás he recibido una queja de ningún interno sobre esto por los cauces habituales”, asevera. 




Reforma integral
De la Cruz señala que, desde que él dirige la institución penitenciaria de Almería, se ha hecho un gran esfuerzo para reformar la cárcel en su integridad. “Se está modificando radicalmente, pero no es algo que se pueda hacer de un día para otro. La realidad que se vive en el centro no coincide con lo que reflejaba el artículo, esta es una prisión digna. Se está invirtiendo mucho dinero de los ciudadanos y, sobre todo, se están haciendo cosas para fomentar el bienestar de los internos”, aclara.




El centro, que cumple este año tres décadas abierto, está sometido a un proceso de “deterioro razonable”, según reconoce su director. “Estamos haciendo una reforma integral y los módulos que aún no han sido reformados lo serán, pero todos son habitables”, señala De la Cruz.




El director de El Acebuche insiste, además, en que la supervisión de la limpieza de los módulos -el estado de las celdas es responsabilidad de los presos- se realiza, por parte de los funcionarios, con una profesionalidad “excepcional”. “Jamás he recibido un informe diciendo que las condiciones de salubridad del centro no sean las adecuadas”, dice. Miguel Ángel de la Cruz desmiente también que en El Acebuche haya más mosquitos o insectos que en cualquier otra parte. La prisión tiene contratado el servicio de desinsectación con una empresa. “Vienen casi a diario”, dice el director. 
 






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