Las entidades financieras han cerrado más de doscientas oficinas en la provincia de Almería desde el inicio de la crisis económica, inmersas en su particular proceso de ajuste y lanzadas hacia nuevas fórmulas de relación con sus clientes. Las posibilidades de la tecnología (y el ahorro de costes) impulsan los trámites telemáticos y desplazan a las tradicionales gestiones de ventanilla.
Y en este contexto, los delincuentes buscan también su propia evolución e inventan ‘soluciones’ para meter la mano en el bolsillo ajeno... aunque el asalto se realice de forma virtual. Una estadística revelada en los informes oficiales del Ministerio del Interior, muestra un enorme crecimiento de las llamadas “estafas bancarias” en la provincia de Almería.
Se trata fundamentalmente de ‘delitos de guante blanco’ cometidos por criminales cuyo objetivo principal son los datos personales de las cuentas bancarias, las facturas y las tarjetas de crédito de sus víctimas y, en menor medida, también de la acción de particulares con acceso a los fondos de terceros.
Datos privados
En Almería, la cifra de casos detectados se ha cuadruplicado en los últimos tres años. En el ejercicio 2015, según estadísticas publicadas por el Ministerio del Interior, se registraron 161 casos de estafa bancaria en la provincia.
En 2012 apenas rondaban la treintena, mientras la cifra actual alcanza cotas de récord duplicando el registro año a año.
La Fiscalía Superior de Andalucía en su último informe anual alertaba de la “incidencia de las investigaciones criminales por estafa bancaria cometida a través de Internet”. Aludía a casos como el phishing (robo de datos y claves mediante correos y ofertas falsas) o el scamming (basado igualmente en el robo de datos personales, usa una identidad falsa para pedir envíos de dinero para sufragar gastos de conocidos o familiares).
Además, la propia Fiscalía de Almería llamaba la atención sobre el crecimiento de “las estafas, las usurpaciones y los alzamientos de bienes”. Y otras provincias como Granada justificaba el incremento de los asuntos por el aumento de “las estafas y defraudaciones a través de Internet y el uso de las nuevas tecnologías”.
Por otra parte, también existe una mayor sensibilidad y preparación en las fuerzas y cuerpos de seguridad respecto a este tipo de delito. Se han creado grupos específicos en comisarías y cuarteles para investigar fraudes bancarios y delitos telemáticos de esta naturaleza.
Detenidos
Este trabajo ha permitido el esclarecimiento de decenas de casos detectados en la provincia, así como de imputaciones y detenciones. Según datos de Interior, en el año 2015 hubo 28 investigados (en el argot de la nueva ley) por delitos vinculados en municipios almerienses.
Las estafas bancarias suponen aproximadamente el 12 por ciento de todas las estafas registradas por las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado en Almería durante el pasado ejercicio (1.300). Éstas también subieron en 2015 hasta situarse un 16 por ciento por encima de 2014.
Esta tendencia se mantiene en el ámbito nacional. Las estafas totales crecieron un 17,7 por ciento en el último año (165.267) y los fraudes bancarios suponen buena parte (32.837 en 2015 por 25.554 en 2014).
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