Los enfermos de Alzheimer aumentan en la provincia y ya son casi 8.000

En la provincia de Almería son casi 8.000 las personas que están diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer. El próximo 21 de septiembre, la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), las Federaciones y asociaciones y las 200.000 familias a las que representan en toda España, celebrarán el Día Mundial del Alzheimer.

En este 2016, la campaña de sensibilización y concienciación de la población en general, va a hacer especial atención a la figura del cuidador.

El valor del cuidador
El lema es El valor del cuidador, explica la presidenta de la Asociación de Amigos de Alzheimer de Almería, Esther Fernández, que sabe muy bien qué es cuidar a un familiar enfermo. No dejar al cuidador de lado, ofrecerle herramientas para afrontar el día a día, y darle un espacio en el que compartir experiencias, aprender de otros y no sentirse solo son sólo algunos de los objetivos de la asociación almeriense, que este año volverá a salir a la calle no sólo para recaudar fondos, sino también para recordar que el Alzheimer está presente en el día a día de miles de familias de la provincia.

Además, participarán desde la asociación en unas jornadas formativas que, en Vélez Rubio, se organizarán los días 27 y 28 de este mes sobre los cuidadores de enfermos con demencia. Cómo sobrellevar la enfermedad resulta fundamental, insiste Fernández, que participa, junto a otras entidades en la estrategia Al Lado de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Una estrategia que busca ofrecer los mejores cuidados a enfermos y cuidadores.

El Alzheimer se ha considerado como la “epidemia del siglo XXI”, y sus consecuencias sociosanitarias suponen un importante esfuerzo económico al conjunto de la sociedad, señalan desde la entidad.

Es, de momento, una enfermedad que “va en aumento”, entiende la presidenta de la asociación de Amigos de Alzheimer que, “sin datos oficiales sobre el número exacto de nuevos diagnósticos”, observa cada vez una mayor demanda de plazas y servicios en el Complejo José Bueno (para enfermos de Alzheimer).

Mayor demanda
En la actualidad, señala Fernández, son 52 las plazas que el centro tiene concertadas con la Junta y prácticamente todas ellas están ocupadas. Además, el centro de día cuenta con otras 13 plazas más, de carácter privado. 

El Complejo José Bueno ofrece, además del centro de día, diferentes servicios y terapias dirigidas al enfermo. Y no sólo eso, sino que también, desde hace más de cinco años cuenta con diferentes programas de respiro familiar. Son programas que permiten a las familias “sobrellevar” el esfuerzo físico y psicológico que implica el Alzheimer.

“Mi madre tiene Alzheimer desde hace más de 10 años” 
El caso de Estrella López-Páez Garrido es el de muchos hijos que ven cómo sus padres pasan del despiste al olvido. Olvidan incluso andar o comer solos. Cuida Estrella a su madre, a sus hijos, a su marido y de su trabajo en la Universidad de Almería. Su “C” de cuidadora es en mayúsculas, como el de tantos otros que conviven con el Alzheimer en casa.

La historia de Estrella, a pesar de la enfermedad que padece su madre, no es una historia triste. Cuenta su familia con el apoyo del Complejo de Alzheimer José Bueno, en Almería, que ha sido una “auténtica tabla de salvación”. “Son mi segunda familia y siempre puedo recurrir a ellos”, dice agradecida.

Estrella López-Páez es de Granada, donde vivían sus padres hace once años. Fue entonces cuando su madre empezó a desorientarse en el barrio de toda la vida, cuando olvidaba contar y le daba a la cajera del supermercado la cartera para ella cogiera lo que había que pagar, cuando dejaba la sartén en el fuego,...

Tras los despistes llegó el diagnóstico. Tenía su madre entonces 80 años y “cuidaba” de su marido enfermo. Cuando el padre de Estrella López-Páez falleció, ella y sus hermanos decidieron turnarse para cuidar de su madre.

 “Mi madre, que hoy tiene 91 años, llegó la última vez a Almería sin poder andar. No hablaba, no respondía a ningún estímulo y no comía sola. Hoy habla por los codos, camina con ayuda, y come sola”, explica Estrella, que reconoce que buena parte de este “éxito” es obra de los trabajadores del Complejo José Bueno y también del resto de miembros de su familia que “se desviven” por ella. 

Eso no quita, claro está, que acompañar a una persona con Alzheimer, día a día, no canse. “Sí, estoy cansada”, reconoce. También sabe que la enfermedad obliga a toda la familia a hacer determinados sacrificios. “Se aceptan y se tira hacia adelante”, aunque, a veces, la salud del cuidador también acaba resintiéndose. “Se van cumpliendo años”, dice, y uno se cansa.

Eso sí, el ver feliz a su madre es lo que tira de ella, y del resto de la familia. “Ayuda verla reírse, verla feliz”, insiste esta mujer que se siente igual que tantos otros que pasan hoy por este trago.