Manos Unidas es una de las más de 30 asociaciones que conforman la ‘Plataforma Almería Unida contra la Pobreza’, ¿qué pretenden?
Es un proyecto magnífico en el que nos hemos reunido colectivos muy diferentes, pero siempre desde el respeto y las ideas claras. Preparamos, para este mes de octubre, una semana de actos dirigidos a concienciar sobre la pobreza y las posibilidades que tenemos para cambiar las cosas.
Son colectivos aconfesionales, de diferentes religiones, ¿no tirará cada uno para un sitio?
Al revés. Desde diferentes creencias y distintas perspectivas, estamos todos por concienciar sobre la lucha contra la pobreza. Tenemos muy claro que los actos no van dirigidos tanto a recaudar, sino a informar, a tocar corazones.
¿Es Almería solidaria?
Considero que sí. Y también entiendo que estamos en crisis y que no siempre se puede ayudar todo lo que uno quisiera. Pero también le digo que gente que sufre la crisis se ha preguntado ‘si yo no puedo, ¿cómo podrán otros que están peor?’. Y han seguido colaborando.
Son tantas las asociaciones que es difícil, a veces, elegir.
Sí. Manos Unidas se centra en países en vías de desarrollo. Y entiendo que también hay pobreza aquí, pero en algunos países, hambre es sinónimo de muerte. No podemos dejarles.
¿Qué tipo de proyectos promueve la entidad?
Manos Unidas está inmersa en un proyecto a tres años que bajo el nombre de ‘Plántale cara al hambre’, busca, primero sembrar, el segundo año habrá que cosechar, y el tercero, repartir.
Es un proyecto muy agrícola.
Manos Unidas desarrolla proyectos educativos, de sanidad, promoción de la mujer y agrícolas. Busca, además, dar importancia a la agricultura familiar, a lo agroecológico. Algo que ahora parece que está de moda, pero que Manos Unidas lleva a gala desde siempre. El aprovechamiento del agua es fundamental y también que se cultive lo que cada pueblo considere más apropiado.
¿Llegan todos los fondos a su destino?
Sí. Ellos mismos eligen el proyecto y se involucran. Eso es sinónimo de éxito. Los fondos no pasan por gobiernos y Manos Unidas, que se caracteriza por la austeridad, controla el desarrollo ‘in situ’.
Perfil
Ingeniero técnico agrícola de formación, dejó la profesión para criar a sus dos hijas, hoy treintañeras. Hace 9 años empezó a colaborar con Manos Unidas, una asociación de promoción y desarrollo del Tercer Mundo por la que siempre había sentido interés. Lo que era una cita anual con la tienda solidaria de Navidad se convirtió en asidua colaboración y desde hace 5 años, Mendizábal es delegada en Almería. Entusiasta de un proyecto en el que cree, esta almeriense con raíces en Navarra, no descuida nada. Investiga sobre todo lo que vive y le interesa. Impulsa, con otros 30 colectivos locales, la ‘Plataforma Almería Unida contra la Pobreza’.
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