Allá en los confines del Caribe, al norte de Haití, existe una pequeña isla conocida como Isla Tortuga que en el siglo XVII pasó a ser el refugio de algunos de los piratas más conocidos y cruentos del mundo. Es en esta codiciada y temida isla, hoy trasladada al centro de Almería, donde un famoso bucanero ha decidido echar el ancla para dejar atrás sus tiempos de pillaje y vandalismo. Y es que Barbanegra ha llegado a nuestra provincia para intercambiar su trabuco y su sable por la espátula y el delantal.
Esta es la idea de la que parten los almerienses Néstor Jiménez y José Miguel Galindo para fundar un nuevo local polifacético en el mismo lugar en el que antes estaba situado el antiguo Valhalla, en la calle Poeta Álvarez de Sotomayor, número 1. Aunque ambos buscan aprovechar la morfología de un recinto dedicado ya anteriormente a los habitantes del mar, su apuesta es dejar el sitio irreconocible y ambientar así en este un restaurante, pub, coctelería y cafetería, todo inspirado en la saga de filibusteros más conocida hasta la fecha: 'Piratas del Caribe'.
El nuevo lugar de ocio y gastronomía almeriense abrirá sus puertas los próximos 27, 28 y 29 de diciembre con una gran inauguración en la que se servirán almuerzos, meriendas y cenas: "Queremos que disfrutes al máximo de esta aventura, por eso queremos que vengas acompañado de tus seres queridos o amigos que quieras arrojar por la borda a los tiburones", anuncian. Para consultar los precios de los menús y reservar plaza, piden a los grumetes que los contacten a través del teléfono 656 485 476.
El origen de la idea
José Miguel Galindo es el dueño de Escape Room Temáticas, la empresa con más salas de Almería. Es un hombre que sabe que ese tipo de negocio hay que renovarlo cada poco tiempo y eso mismo ha hecho con una de ellas: "Acaba de cerrar la escape room de Piratas del Caribe y vamos a reutilizar parte de esa decoración y traerla para el bar", explica Néstor, quien también señala que les pareció una buena idea seguir dicha temática porque "a todo el mundo le gustan los piratas, independientemente de la edad". Además, "van a sacar una nueva película próximamente", concluye.
Una experiencia inmersiva
Néstor describe a LA VOZ la imagen que, como decorador de interiores, ha creado en su cabeza de lo que será el espacio en un futuro. A través de sus palabras, se va materializando un barco dividido en varias zonas diferenciadas. No es un navío cualquiera, sino la Perla Negra, que ha desembarcado en Isla Tortuga. Nada más entrar a la derecha, recibe al comensal el camarote de Barbanegra, el capitán del buque. De ahí las sillas antiguas y los sofás; se trata de una zona confortable y de apariencia lujosa digna de un pirata de su calibre.
En cambio, si el comensal al entrar baja un escalón hacia la izquierda, entrará en la bodega. El propio techo del salón se encargará de transmitir esa sensación con tal realismo que casi pareciese que el establecimiento se meciese de un lado para otro. La barra, por su parte, también hace las veces de cubierta, mientras que la entrada al baño, según cuenta el decorador, será una imitación a la entrada de una cueva. Incluso los colores están pensados para corresponderse con los gustos de la época.
Jiménez recomienda a los almerienses que acudan al lugar con mente abierta: "Los trabajadores, además de ser camareros, encargados de sala o lo que sean, son también personajes. Y depende de quiénes sean, actuarán de una manera o de otra", explica Néstor, para después revelar que él será el gran Barbanegra. "Me voy a basar en el Barbanegra de la película de 'Pan, viaje a Nunca Jamás', porque se parece más al verdadero", subraya, para después detallar que el capitán tenía bastante dinero, era elitista y adoraba acicalarse.
Esa mente abierta de la que habla el decorador también será necesaria para los espectáculos y representaciones teatrales que alojará el local: "Si vamos a hacer un motín, pediremos a la gente que se anime, por ejemplo. Es importante que se dejen llevar".
Conquistar los paladares
Pero la experiencia inmersiva no solo se consigue con lo que entra por los ojos. Se trata de un restaurante y, como tal, también pretende conquistar a su público a través de las papilas gustativas. "Haremos muchos platos horneados, como solomillos rellenos. Queremos apostar por la comida sana. Obviamente habrá también algún que otro frito, pero queremos que sea la minoría en el menú", añade Néstor.
El cofundador de Isla Tortuga no se olvida de mencionar uno de los fuertes de lo que pronto será el único local con temática pirata de la capital: los cócteles, que lucirán nombres rocambolescos y referencias a universos como el de Piratas del Caribe, Peter Pan, One Piece o Los Goonies -al igual que otros detalles del establecimiento-, serán en realidad combinaciones clásicas o levemente transformadas.
Lo mismo ocurrirá con los cafés, que se dividirán en cafés normales y mágicos (a estos últimos se les añadirá alcohol). Queda por descubrir cómo aterrizará la lista de ideas que tanto José Miguel como Néstor vieron clara desde el principio. Para ello, habrá que esperar a finales de diciembre y acudir a su gran inauguración.
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