Emisa se despide tras cinco parkings, un pleito y millones de euros de deuda

Emisa desaparece. La decisión ya está tomada y será una realidad antes de que acabe el año hasta el punto de que en los presupuestos para 2017 ya no habrá partida para esta empresa.

El primer paso para este final se dará el próximo viernes en la convocatoria del Consejo de Administración  en la que se dará cuenta de los informes de carácter fiscal en relación a la disolución, los últimos pendientes de analizar y que mostrarán los costes a nivel de pago de impuestos a los que tendrá que hacer frente el Ayuntamiento para disolver la empresa municipal.

El siguiente paso se dará con la convocatoria de una Junta General en la que por un lado se tomará la decisión de la desaparición de Emisa y el nombramiento de una comisión liquidadora formada por técnicos municipales quienes serán los encargados de poner punto y final a la historia de esta empresa pública.

En el camino a su desaparición y para que el Ayuntamiento como tal pueda recibir uno de los aparcamientos de gestión directa de la empresa, el de Padre Méndez, el Consejo de Administración del viernes aprobará un último encargo a Emisa, unas obras de mejora de la ventilación del aparcamiento.

Proyecto
Estos trabajos se realizan después de detectar que las ventilaciones naturales del aparcamiento a través de rejillas a nivel de las aceras provocan problemas por la entrada de agua cuando llueve, o la posibilidad de que los zapatos se enganchen. 

Ante esto la decisión pasa por realizar sobre esas rejillas de ventilaciones situadas a ras de calle,  unos bancos, asientos,  tumbonas, aparcabicis, que van a permitir que la ventilación pase a ser lateral a través de esos elementos, evitando la entrada de agua a las instalaciones, al mismo tiempo que se dota de equipamiento urbano funcional a la superficie.

Ésta será la última obra que se realizará desde la Empresa Municipal de Infraestructuras y Servicios (Emisa). La criatura nacía de las manos de Gonzalo Bermejo como concejal de Obras Públicas allá por el año 2004, apenas el Partido Popular llevaba uno en el poder municipal.

Siempre ha sido la hermana fea de Almería XXI a causa de sus más de 9 millones de euros de deuda y de haber dedicado su actividad a hacer aparcamientos subterráneos que a pesar de los halagüeños informes elaborados, nunca terminaron de despegar y eso que hizo cinco. Quiso ser gestora de aparcamientos en Gloria Fuertes sin éxito, abogó por la concesión en Padre Méndez y Ronda, y les salió rana. Apostó entonces por sacar a concesión obra y explotación en Plaza Marín y Vilches, y tampoco hubo éxito provocando un cambio de empresa en la gestión.

Morirá Emisa con una docena de años a sus espaldas y tras el paso de tres ediles que no consiguieron relanzarla.