Hablar en Almería de María La Rabota es sinónimo de una de las más prestigiosas bailaoras del panorama nacional. Nacida en el barrio con más sabor de Almería, en Pescadería, ha paseado su arte por los mejores escenarios. Rememora con emoción su actuación en el Teatro Apolo, hace 4 años. Lo hizo un mes después de fallecer su padre. Él fue quien la llevó, con 14 años, al mejor tablao que por aquel entonces había, Rocieros 2, en Aguadulce. Desearía exponer todo su vestuario en el Patio de Luces de la Diputación, con ocasión de su 50 cumpleaños. Tras la actuación de Cristo Heredia y Edu García, al cante; y Eduardo Aguilera, a la guitarra; con baile de Estela Soler, María La Rabota rememoró a LA VOZ los momentos más destacados de su carrera artística, así como sus inicios.
¿Cuándo sentiste que querías ser bailaora?
Creo que salí bailando desde el día que mi madre me parió. Vivíamos en una planta baja, en Pescadería, donde han nacido grandes artistas y cada vez que había una fiesta con guitarras y flamenco allí estaba María del Mar bailando. Esa ha sido mi escuela.
¿Cómo fue surgió la bailaora María La Rabota?
De pequeña, mi padre me tenía que llevar todos los fines de semana a Aguadulce, donde estaban los tablaos. Una noche me fui con mi padre y pedí trabajo. Hice la prueba y me contrataron. A los cantaores y bailaoras que allí actuaban les gusté. Empecé con 14 años y cobrando 2.000 ptas en el tablao Rocieros 2, de Aguadulce. El tablao donde bailaba la Farruca y cantaba El Moreno, padres de Farruquito.
Has mostrado tu arte en grandes escenarios, pero ¿cuál recuerdas con especial cariño?
He actuado en sitios maravillosos, pero hace cinco años hice una actuación cargada de emoción. Un mes después de morir mi padre me tuve que subir al escenario. Fue en el Teatro Apolo. No se me olvidará nunca lo que lloré y lo emocionante que fue.
¿Cómo es tu baile?
Soy una bailaora autodidacta. Bailo con todo mi cuerpo, hasta con el pelo.
¿Con qué palos del flamenco te gusta bailar?
Como buena almeriense, el taranto es un palo muy mío. No le parezco a nadie bailándolo. Me lo llevo a mi terreno. Donde voy lo tengo que hacer. También me gusta bailar por soleá, además de por seguirillas. Le pongo mucho sentimiento.
¿Tienes academia de baile y tu propio tablao?
Tengo dos academias. En Pescadería, la academia María La Rabota y en Aguadulce ‘Cambalache’. De jovencilla, cuando iba a bailar al tablao de Mariquilla, en Granada, soñaba con tener mi propio tablao. Hoy, junto a mi marido, Liviu Mitrache, tenemos el tablao flamenco ‘La Canastera’. Cada semana vienen grandes artistas. El próximo fin de semana viene el hijo de Tomatito, José del Tomate y su cuñado, Kiki Cortiñas. Por La Canastera han pasado grandes figuras de la talla de Rancapino Chico, José El Francés o Pedro El Granaíno, entre otros muchos.
¿Y la zambomba flamenca de La Canastera?
Durante todos los fines de semana de diciembre tendremos distintas zambombas flamencas y concluiremos el día 23 con la gran actuación flamenca de ‘Potito y familia, fiesta gitana. Trae tus panderetas y zambombas’.
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