Ni la vacuna provoca más gripe, ni uno se inmuniza naturalmente

Sanitarios ‘pro vacunación’ destierran falsos mitos y apoyan la campaña #yotambienmevacuno

Una sanitaria indica uno de los carteles que anuncian la vacunación.
Una sanitaria indica uno de los carteles que anuncian la vacunación.
María Medina
21:25 • 13 dic. 2016

La vacuna de la gripe, que incluye tres cepas diferentes, para hacer frente al virus circulante esta temporada “no provoca la enfermedad”. Convencer de ello es fundamental para que la cobertura vacunal funcione y no sólo no haya contagios que pueden desestabilizar a personas con patologías crónicas, embarazadas o de edad avanzada, sino también evitar mortalidades asociadas a la gripe.




A día de hoy, casi el 90% de la población diana a la que se ofertó inicialmente la vacuna frente a la gripe en Almería  (más de 87.000 personas) está ya protegida. Además, cada vez son más los profesionales sanitarios que aceptan vacunarse. 




Para los defensores de la vacunación, desterrar falsos mitos mejora la percepción que la población tiene de las vacunas y favorece la salud de todos. 




“La vacuna frente a la gripe, la que se pincha, inocula virus inactivados con capacidad de producir defensas frente al virus, pero sin capacidad de provocar la enfermedad”, explica el médico Francisco Llave, que anima a vacunarse no sólo a la población, sino a los profesionales sanitarios.




Sanitarios vacunados
Este año parece que el porcentaje de sanitarios que se está vacunando ha aumentado respecto a la temporada pasada, cuando no superó el 25% del total de los profesionales. A pesar de este “buen ejemplo”, los médicos ‘provacunación’ han repetido este año la campaña que comenzaron en 2015 y que con el mismo hashtag #yotambienmevacuno animan a los sanitarios a compartir en las redes sociales fotografías de su vacunación frente a la gripe.




Servir de ejemplo a otros
“La realidad es que la cobertura de vacunación está aumentando entre los profesionales sanitarios y queremos aprovechar ese ejemplo para concienciar al resto de la sociedad”, explica Llave.




Sociedad que debe de diferenciar entre gripe y resfriado y que, además, no puede echarse hacia atrás a la hora de vacunarse amparándose en que la vacuna le da fiebre. Y es que, efectivamente, puede ocurrir que la temperatura corporal suba unas décimas después de la administración de la vacuna como consecuencia de la reacción inmunológica. También cabe la posibilidad de que la zona del pinchazo quede enrojecida, pero la vacuna le evitará un proceso gripal que incluya cama.




Los síntomas de la gripe incluyen no sólo fiebre alta, sino dolores musculares y malestar general que acostumbra a prolongarse durante, al menos, una semana.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la vacunación frente a la gripe para cualquier persona con una patología de base, también para las mujeres embarazadas y las personas de edad avanzada con patologías crónicas. Y especifica esta organización que “menos de un 2% de la población vacunada es la puede sufrir una reacción frente a la vacuna”. 


Sin inmunización natural
Otro de los falsos mitos que circula, muchas veces entre los trabajadores de centros de salud y hospitales, es el que apela a la “inmunización natural”. Entre los profesionales sanitarios que son reacios a vacunarse frente a la gripe, se oye, en ocasiones, que el estar rodeados de personas enfermas, les ofrece una inmunización que les evita la vacuna.
Una creencia que “no es cierta”, apunta Llave, que insiste en que vacunarse reduce el número de contagios entre los propios profesionales, pero también hacia los usuarios de los centros sanitarios.


Inmunizados después de 4 semana
La campaña de vacunación antigripal comenzó en Almería el 26 de octubre cuando en la provincia las temperaturas podían alcanzar a mediodía los 30ºC. “¿Quién se acuerda con ese calor de la gripe?”, se preguntan algunos profesionales sanitarios que insisten en la importancia de la vacunación que ofrece inmunidad entre las cuatro y seis semanas posteriores a su administración. De ahí, que quienes empezaron a vacunarse al inicio de la campaña es ahora cuando están protegidos frente a un virus que ha empezado a circular y del que se prevé alcance el máximo pico en el mes de enero. Todavía, por tanto, cabe la posibilidad de informarse en el centro de salud y ponerse, a tiempo, una vacuna que evita malestar, bajas laborales e ingresos hospitalarios.


 



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