Dos familias estafadas con un nuevo tipo de secuestro virtual

Las bandas consiguen transferencias para supuestos gastos de un familiar con problemas en un viaje a México y ysan datos obtenidos en las redes sociales

Oficina del Grupo de Delitos Telemáticos
Oficina del Grupo de Delitos Telemáticos
Javier Pajarón
22:40 • 26 dic. 2016

Suena el teléfono. Una voz con acento latinoamericano  busca un contacto en Almería y dispara las alarmas. Un familiar de viaje en América Latina tiene dificultades para superar el filtro fronterizo del aeropuerto y necesita dinero para poder recuperar su equipaje, retenido antes de embarcar de regreso rumbo a España.




La información aportada es confusa. Demasiado extraña. Pero esa voz acierta con detalles personales, lanza algunos nombres y lugares de Almería y convence a su interlocutor para que le envíe a ese familiar el dinero necesario para superar el escollo. El vecino envía la cantidad pactada, que desaparece sin rastro...




El fraude es una modalidad de los ‘secuestros virtuales’ conocida coloquialmente como ‘familiar al habla’. La Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Almería investiga dos estafas consumadas a ciudadanos residentes en la provincia mediante este procedimiento. En ambos episodios las organizaciones consiguieron convencer a las víctimas para sacarles envíos de 1.500 euros.




Los dos casos repiten el mismo patrón, aunque difieren en los detalles. Las llamadas se produjeron desde México y tenían como supuesto objetivo obtener cantidades en metálico para ayudar a familiares en dificultades. En el primer suceso el supuesto afectado sufría problemas de transporte, mientras en el segundo el viajero había sido presuntamente retenido durante los trámites para regresar a España con una mujer a la que había conocido durante su estancia.




Las víctimas realizaron transferencias de dinero mediante compañías especializadas como Western Union o Money Gram a nombre de terceros con la esperanza de solventar los problemas de sus familiares. 




Investigación
La Policía Nacional en Almería sigue el rastro de estos fraudes, extendidos en los últimos meses. Además de los casos mencionados, la Comisaría Provincial  ha registrado una docena de denuncias y avisos de episodios frustrados, donde los ciudadanos no mordieron el anzuelo.




Según explica el inspector responsable del Grupo VI de la Policía Judicial, “se trata de una nueva variante del secuestro virtual cuyo principal objetivo son las personas mayores, por ser estas más vulnerables a este tipo de engaños”.  “Cuando consiguen contactar con ellas les hablan de forma educada, mostrando un trato correcto y cariñoso, consiguiendo con ello enredarlas de tal manera, que no se dan cuenta de que les están dando suficiente información para hacer creíble su historia”, añade.




“Los delincuentes se han hecho pasar por un familiar, pariente o amigo de las víctimas, alegando que habían sufrido un accidente de circulación o un percance con el vehículo, llegando a convencerlas de que realizaran una transferencia bancaria”, describe el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos de la Policía Nacional.


Los agentes tratan de seguir el rastro de los fraudes hasta Latinoamérica, aunque recuperar el dinero es prácticamente imposible. Las cantidades son pequeñas para las comisiones rogatorias (petición de información a autoridades judiciales extranjeras) y los envíos son cobrados por terceras personas contratadas por las organizaciones únicamente para  ir a la oficina y conseguir el dinero en metálico.


El año pasado, según estadísticas publicadas por la Fiscalía General del Estado, durante el pasado año en Almería se recibieron 67 comisiones rogatorias. Procedían de autoridades judiciales de Alemania, Austria, Rumanía, Países Bajos, Bélgica, República Checa, Francia, Lituania, Bulgaria, Portugal y Gran Bretaña. Buscaban ayuda en sus investigaciones. Por el contrario, no se emitió ninguna petición desde Almería al exterior.


Para evitar riesgos, la Policía Nacional aconseja no transferir cantidades y no facilitar datos personales o bancarios en llamadas telefónicas de desconocidos. Asimismo, en caso de un secuestro virtual, contactar con el familiar es fundamental antes de cualquier pago.


Seguridad en las redes sociales
Las organizaciones criminales convierten un descuido en el mundo virtual en una oportunidad para el delito. Unos pocos datos personales deslizados inocentemente en un perfil de una red social pueden suponer un auténtico riesgo para la seguridad de cuentas bancarias, viviendas y ciudadanos.


Según explica el jefe del Grupo VI de la Policía Judicial de la Comisaría de Almería, especializado en los delitos telemáticos y económicos, las víctimas de los ‘secuestros virtuales’ son captadas mayoritariamente al azar, aunque existen algunos episodios de una exploración previa de perfiles públicos y mensajes en busca de información válida para estos golpes.


“Se dan casos en los que la información ha sido extraída de las redes sociales, en las que inconscientemente, padres, madres e hijos cuelgan datos que nunca se deberían publicar al ser relativos a la vida personal y familiar de cada uno de ellos”, señala el inspector.


El peligro es elevado cuando las estafas están vinculadas a los secuestros virtuales y sus distintas modalidades, porque los criminales pueden obtener información no sólo de la búsqueda previa en las redes sino también de las propias conversaciones, durante el diálogo.


“Si se reciben este tipo de llamadas nunca hay que facilitar los datos bancarios, personales, familiares, de ubicación o de contacto y hay que poner los hechos en conocimiento de las fuerzas y Cuerpos de seguridad”, precisa el jefe del Grupo VII.  Son muy hábiles en las llamadas y consiguen información mientras ganan confianza dando algunos datos reales conseguidos en Twitter o Facebook.
 



Temas relacionados

para ti

en destaque