Almería mira la violencia de género desde la vanguardia de indicadores poco honorables. El número de feminicidios por habitante, la cifra de denuncias o la incidencia en edades tempranas colocan a la provincia en un espacio de riesgo. Y de reflexión.
Una muestra poco conocida de este fenómeno en la tasa de condenados en los tribunales por delitos de violencia de género. Almería supera ampliamente la media nacional, según el último informe trimestral elaborado por el Observatorio del Consejo General del Poder Judicial.
En los primeros nueve meses de 2016, los tribunales de la provincia enjuiciaron a más de 350 acusados de malos tratos a sus parejas o ex parejas. El 87 por ciento de los varones sentados en el banquillo acabaron condenados. Sólo 40 ciudadanos salieron indemnes del juicio. Mientras, la media estatal ronda el 70 por ciento, una diferencia sustancial.
Fuerzas de seguridad y autoridades judiciales vinculan esta situación a las características de los delitos registrados y la carga probatoria aportada a los procesos, aunque plataformas críticas con la Ley de Violencia de Género introducen en el debate un factor adicional vinculado a las distintas interpretaciones de los jueces, más o menos conservadoras, más o menos tendentes a las sentencias condenatorias.
Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio de la Violencia de Género del CGPJ desde 2014, valora el último informe. “Los datos estadísticos correspondientes al tercer trimestre de 2016 nos confirman, por una parte, la consolidación de la tendencia al alza que venimos observando desde principios del año anterior en las condenas a los maltratadores”.
Denunciar e investigar
Carmona destaca las pocas absoluciones. “Un 70 por ciento de las sentencias que dictan nuestros juzgados y tribunales son condenatorias (...) Ello es especialmente significativo en el caso de l as Audiencias Provinciales, donde se juzgan los casos de una mayor gravedad, y donde casi todas las sentencias son condenatorias, ya que el porcentaje supera el 95 por ciento”, añade.
La presidenta del Observatorio interpreta estos indicadores como una muestra del resultado positivo de las denuncias de las víctimas. “Una vez más, pues, el mensaje a trasladar a la ciudadanía tiene que ver con que, pese a todos los imponderables que coexisten en una materia tan sensible como es la violencia de género, no hay impunidad alguna y el Estado de Derecho funciona”.
Y, a la vez, Carmona descata el trabajo de los agentes en la persecución de los maltratadores. “Funcionan los cuerpos y fuerzas de seguridad, deten iendo y poniendo a disposición judicial a los responsables directos de la violencia machista, a los maltratadores; y funcionan los órganos judicial es aplicando la ley con rigor en un proceso judicial de garantías”.
Un juzgado especial
Durante los primeros nueve meses de 2016, en los juzgados de la provincia de Almería se ingresaron 3.500 procedimientos por presuntos malos tratos. El último trimestre fue el más activo en este apartado.
En los ocho partidos judiciales sólo existe un órgano íntegramente especializado en la instrucción de estos casos (en la capital). El resto comparte sus competencias con otras materias.
Por otra parte, desde el próximo mes de enero todos los juicios por violencia de género se ventilarán en el Juzgado de lo Penal número Cinco de Almería, cuyo titular es el magistrado Manuel Rey Bellot. La medida se aprobó en el CGPJ, cuenta con el beneplácito del TSJA y el Decanato de Jueces de Almería y supondrá, a priori, mayor celeridad en los procesos. Acaben en condena o en absolución.
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