Los partidos almerienses empiezan el año con movimientos internos

Los partidos almerienses empiezan el año con movimientos internos

22:30 • 07 ene. 2017

Los congresos nacionales de PP, PSOE y Podemos marcarán el rumbo en los próximos meses. Críticos del PP con Aureliano y Matarí pendientes de lo que pase con Amat. El guerrismo capitalino (PSOE) se ha posicionado con Sánchez y Borrell y Susana Díaz no va a olvidarlo. La confluencia IU-Podemos dependerá de si el ‘errejonismo’ es dilapidado en Vista Alegre II.


PP: maniobras orquestales en la oscuridad
La duda no despejada (intencionadamente) por Gabriel Amat sobre su futuro ha despertado la inquietud en algunos dirigentes del PP. El qué hará y el cuándo están excitando de forma acelerada las ambiciones, legítimas por otra parte, de quienes hasta ahora mantienen un prudente silencio ante cualquier decisión. El PP es un partido piramidal y la estructura jerárquica de su organización asume perfiles cercanos a la milicia. Desde Fraga a Rajoy, pasando por Aznar y su “general secretario” Álvarez Cascos, cualquier decisión en el partido cumple con escrupulosidad la escala de mando.


Almería no es una excepción y la personalidad de Amat cuadra con esa forma de gobierno interno. Quien se mueve no sale en la foto y quien conspira se sitúa extramuros en el instante preciso en el que el presidente conoce la intriga. 
Mientras Amat ocupe la presidencia nadie en el partido discutirá sus decisiones; una obediencia que algunos ya planean no llevar más allá. Si después de los congresos nacional y regional del partido decide continuar, nadie discutirá su decisión. Pero si al final opta por no presentarse a la reelección, no está claro que la designación de su sucesor no tenga contestación. 




En el orden de la sucesión natural Javier Aureliano ocupa hoy el puesto más distinguido, pero no todos y todas en el partido están con él. Una minoría minoritaria, pero bien situada, no está por esa opción. No lo hacen público, pero no lo ocultan en privado y en su argumentario no disimulan su malestar por la influencia, cada vez más importante según quienes se alinean en esta posición, de Juanjo Matarí. “Gabriel está secuestrado por Javier y Matarí y son ellos y solo ellos, los que ejercen influencia en sus decisiones”, aseguran con tal vez asumida exageración pero con contundencia quienes ven excesiva la presencia del diputado nacional en los despachos de la Diputación.


La batalla no ha comenzado; quizá ni se declare. Sin embargo, algunas almas se están moviendo y algunas armas se están preparando. El riesgo de la operación es que Amat decida volar el polvorín antes de que quienes intrigan tengan tiempo para encender la mecha de la búsqueda de apoyos.




PSOE: Todos pendientes de Susana
A Sánchez Teruel sus críticos le han hecho el trabajo. Desde su elección dirigida por los guerristas los equilibrios internos le obligaban a mantener un posicionamiento conciliador. Consciente de quiénes le habían designado y para qué, ha sorteado con más aciertos que errores las trampas con que la vieja guardia le ha ido minando el camino. Desde la propuesta para ocupar una consejería en el primer gobierno de Susana Díaz hasta la elección de delegados provinciales, el numantinismo guerrista ha intentado por todos los medios- algunos de ellos personalmente obscenos como el caso del boicot a Sonia Ferrer- torpedear sus propuestas. Inasequibles al desaliento (copio la frase del falangismo intencionadamente), quienes desde el día siguiente de su elección quisieron ningunearle no han cejado en su empeño ni un solo instante. Acosado por la vieja guardia, los primeros años al frente de la secretaria general estuvo más pendiente de las conspiraciones capitalinas que de la gestión sevillana.


La asamblea de hace unas semanas de los partidarios de las primarias y el congreso exprés le ha despejado el camino. Antes de que acabara el cónclave de los partidarios de Sánchez y Borrell, el entorno de Susana ya conocía quiénes eran los cardenales que dirigían la reunión y quiénes los curas de pueblo que habían sido llamados a aplaudir. Las dudas sevillanas alimentadas durante estos años han quedado disipadas. La presidenta de la Junta ya sabe con quién cuenta para su estrategia futura. 




Y Susana tiene buena memoria. Quizá por eso el cónclave en el que quedaron desveladas todas las cartas no contó con la estimada presencia de Pérez Navas y Antonio Bonilla. El senador porque sabe que la posición más cómoda en una batalla es aparentar alejarse de ella y mantener intacta una posición de recambio neutral que ya nadie cree en Sevilla; el alcalde de Vícar porque, como buen vaticanista, sabe que quien entra de papa en la capilla sixtina sale de cardenal jubilado.


IU y Podemos: Ni unidos ni pueden
gica, táctica y estratégica de IU y Podemos en Almería es una quimera, un delirio en el que ni quienes lo protagonizan creen. A Rosalía Martín y a Antonio Heras solo les ha unido en los últimos dieciocho meses la humillación a que fueron sometidos por la cúpula madrileña de Podemos. La designación por el dedo leninista de Pablo Iglesias de dos candidatos cuneros les resultó insoportable y es en ese desprecio en el que coinciden como víctimas. Al contrario de lo que sucede en otras partes de España, en Almería la organización de IU supera a la de Podemos. Los comunistas son una organización, los populistas una emoción, y la racionalidad y la capacidad de gestionar la decepción de aquellos es difícilmente conjugable con la emotividad y el desencanto inesperado de estos. En política hay que saber gestionar la realidad y aprender a convivir sin desgarro con la decepción. IU está acostumbrada a la soledad paciente de la espera.


Podemos ha sido y es – y ya no está claro si lo seguirá siendo si siguen con las luchas internas- un destello luminoso. Las dos organizaciones lo saben y esa consciencia les acerca y les separa a la vez generando una situación de incomodidad y confusión de la que es difícil salir. 
Mientras IU mantiene una identidad definida en Almería, Podemos navega en un mar de incertidumbre. La filosofía errejonista encuentra mejor acomodo en la provincia que el iluminismo pablista (lo de la abuela que le descubre el Mediterráneo y el tronco parlante es tan impagable que cuánto daría por conocer qué piensan de tanta extravagancia Antonio Heras y Lucía Ayala).


Vista Alegre II marcará el camino de la dirección de Podemos en la provincia. Si la guerra continúa y las tesis de Iglesias arrasan a Errejón habrá cambios en Almería y la “fraternidad” con IU se verá más dificultada de lo que ya está. Si no hay lapidación del errejonismo, el camino será más fácil. Rosalía Martin, Rafael Esteban, Lucía Ayala y Antonio Heras tienen corazón, pero también cabeza. Y en política quien sólo transita por uno de estos dos carriles no llega nunca muy lejos.   
             
 



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