Proliferación de cámaras en pisos y comercios ante la oleada de robos

Instalar cámaras de videovigilancia ha dejado de ser una práctica reservada a las entidades financieras, los grandes comercios o las administraciones públicas para pasar a ser de uso común en numerosas viviendas, comercios o comunidades.

Así lo reconocen varias de las empresas de seguridad que operan en Almería y que afirman que son la respuesta al incremento de la frecuencia de los robos domiciliarios que se está registrando no solo en el casco urbano de la capital, sino en otras muchas áreas residenciales de la provincia.

Edificios
La última tendencia es la de instalar este tipo de sistemas de vigilancia en las comunidades de vecinos, bloques de viviendas que confían su seguridad a empresas que instalan las videocámaras y se encargan de la gestión de la información obtenida a través de ellas.

Desde Dyasegur, ubicada en la calle Javier Sanz, sostienen que se trata de un medio doblemente eficaz: primero por lo que tiene de disuasorio para los amigos de lo ajeno, y segundo porque, en caso de producirse un robo, facilita una información cada vez más precisa de los asaltantes.

Alta demanda
la repetición de robos en domicilios del centro de la capital ha disparado el interés de los vecinos por contar con este tipo de medios. Así lo reconoce el presidente del Grupo Control, juan José Díaz Molina, que señala que en la actualidad “es uno de los sistemas más demandados y, de hecho, su uso se está generalizando con rapidez no sólo en la capital, sino en otras muchas zonas residenciales como las de Aguadulce o Roquetas”.

Un interés que crece paralelo a lo que califica de casos de ‘intrusión’, porque ante el conocimiento de esos hechos, de forma directa o indirecta, “la gente siente la necesidad de estar más protegidos, de poner medios si no para evitar el robo, sí para poder capturar a los culpables”.

Sofisticación
El caso es que instalar viodeocámaras es menos costoso de lo que podría esperarse, ya que un equipo de cámaras mas grabación está en torno a los 400 o 500 euros, alcance de cualquier comunidad de vecinos. Además, según Díaz Molina, “los equipos son cada vez más precisos y captan fielmente no solo a las personas que asaltan viviendas, sino también los coches, matrículas y cualquier otro detalle que luego permite la detención”.

En Dyasegur explican que además de las comunidades de vecinos o los edificios, las cámaras ya se han hecho cada vez más frecuentes en garajes, comercio, empresas, locales comerciales e incluso en centros de ocio.