El Ministerio del Interior estudia la posibilidad de abrir un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) en Almería. Representantes de la Dirección General de la Policía (DGP) visitaron a finales del mes de febrero las instalaciones del Centro de Inserción Social (CIS) construido por Instituciones Penitenciarias en un polígono cercano a la barriada de El Puche.
El CIS es un recinto adscrito también a Interior, pero está abandonado desde la finalización de las obras a finales del año 2013. Su objetivo es atender a reclusos en tercer grado y descongestionar la población del centro penitenciario de El Acebuche. Sin embargo, la falta de plantilla paralizó su puesta en marcha y, sin perspectiva de uso en el horizonte, ya le ha salido una novia.
La Policía Nacional examinó la instalación de 5.000 metros cuadrados construidos para valorar sus cualidades como hipotético CIE, según confirmó a LA VOZ la Subdelegación del Gobierno en Almería. Cuenta con un centenar de habitaciones, capacidad para 200 personas, está en un recinto acotado y, más importante, está vacío porque nunca llegó a inaugurarse.
No obstante, la idea plantea varios debates. ¿Necesita Almería un CIE? ¿Qué implicaciones tendría? ¿Es posible la adaptación de una instalación de Prisiones, diseñada con un uso distinto? La Subdelegación del Gobierno que lidera Andrés García Lorca resuelve la última cuestión. Según la versión oficial, la instalación no convenció completamente por sus condiciones de seguridad yno existen otros edificios similares en el entorno que permitan retomar el proyecto en la provincia.
Las respuestas a las dos cuestiones restantes son más complejas. Los CIEs cuentan con una larga lista de conflictos. Son muy controvertidos desde el punto de vista jurídico porque retienen a personas que no han cometido ningún delito. Además, han sido escenario de incidentes y motines (veáse el caso de Aluche, en Murcia, o las denuncias de malos tratos en varios puntos del país).
Actualmente existen siete CIEs repartidos por toda España. Los inmigrantes irregulares localizados en tierra o rescatados en pateras en la provincia pasan inicialmente por el centro de custodia temporal del Muelle de Poniente del Puerto de Almería y luego se trasladan, previa autorización judicial, a una de estas instalaciones.
Allí quedan custodiados mientras se gestionan sus órdenes de expulsión y la repatriación a sus países de origen (un máximo de 60 días, según la Ley de Extranjería), siempre que existan acuerdos bilaterales y condiciones de seguridad en su regreso.
Según cifras de Salvamento Marítimo, el año pasado se rescataron 5.000 personas en emergencias en el Mar de Alborán, aproximadamente la mitad acabó en Almería y el resto en el Puerto de Motril, en Granada. La saturación de los módulos del Puerto provocaron situaciones de tensión especialmente durante los meses de agosto, septiembre y octubre, y la Policía Nacional llegó a poner en libertad a decenas de ciudadanos argelinos ante la falta de espacio en los CIEs.
Los sindicatos policiales exigieron un aumento de la plantilla para la atención y traslado de los llegados en patera y soluciones tecnológicas. De hecho, la Comisaría Provincial de Almería, la Subdelegación del Gobierno y los Juzgados de Almería impulsaron un sistema de videoconferencias (no exento de polémica) para acelerar el proceso y evitar problemas de inseguridad durante los desplazamientos.
Desde esta perspectiva, la construcción del CIE en Almería limitaría los riesgos, aunque tendría también que asumir los inmigrantes llegados desde otras provincias cercanas, si bien cuenta con el veto de los partidos políticos de izquierdas que cuestionan su legalidad. Este año han llegado a la provincia de Almería más de 600 inmigrantes irregulares, superando ampliamente la cifras de 2016 hasta marzo.
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