Educadores aprenden cómo ayudar a niños autistas a mejorar su comunicación

En la actualidad, en Almería hay treinta aulas específicas que atienden a 150 críos con TEA

Isabelle Monfort y Ana Fuentes, psicóloga del centro Interactúa.
Isabelle Monfort y Ana Fuentes, psicóloga del centro Interactúa.
Rosa Ortiz
22:12 • 24 mar. 2017

Expertos de toda la provincia y familias con hijos con trastorno autista participan desde ayer en unas jornadas que abordan la intervención en pragmática en niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista) con el fin de profundizar sobre uno de los aspectos más importantes que intervienen en la comunicación de los niños con autismo: el uso adecuado del lenguaje, el más afectado en los niños autistas. Las jornadas, que arrancaron ayer por la tarde en el PITA, están organizadas por InterActúa, centro de atención temprana y desarrollo infantil, que se dedica a la prevención y el tratamiento de estos casos. 




Entre los contenidos que se están tratando en el encuentro están las consecuencias del Trastorno del Espectro Autista en la adquisición del lenguaje, el entorno y la calidad del desarrollo del lenguaje, los principios de intervención con niños autistas, las fórmulas de acceso a la comunicación para educadores y padres y lo que se definen como principios generales de la intervención pragmática. El seminario, eminentemente práctico, está siendo impartido por una de las principales expertas de nuestro país en esta materia, Isabelle Monfort, psicóloga, terapeuta en el centro ‘Entender y Hablar’ de Madrid y miembro del equipo psicoeducativo del colegio de integración “Tres Olivos”, también en Madrid. Monfort, que imparte su actividad docente en distintas universidades, es autora de numerosas publicaciones y desarrolla una intensa labor como experta requerida por numerosas organizaciones. 




“La pragmática en el lenguaje es la parte que se refiere al uso social del lenguaje. Los niños con TEA tienen dificultades en el desarrollo de la parte más comunicativa del lenguaje, en el uso del lenguaje. Pueden repetir cosas que decimos y , sin embargo, no usarlas en la comunicación o no hacerlo de manera correcta”, explica Monfort. La experta señala que se trata de un proceso complejo que no se hace de una sola forma. “Hay diferencias cuando se trabaja con niños que tienen dificultades para aprender palabras, pronunciarlas o estructurar una gramática. Con ellos se trabaja de manera distinta porque sí tienen intención comunicativa. Es diferente en niños que no tienen esas ganas o esa intención de comunicar. Ahí requieren una adaptación del entorno mucho mayor”, explica. 




Prevalencia




En la actualidad, la prevalencia del Trastorno del Espectro Autista está situado en 60 niños por cada 10.000. En Almería, el centro de atención temprana Interactúa está desarrollando un novedoso programa de evaluación a bebés de hermanos con TEA porque existe una prevalencia cercana al 30 por ciento de que padres que han tenido un primer hijo con autismo puedan tener un segundo con el mismo trastorno o con TEL, trastorno del lenguaje. “Es una combinación genética y de otras combinaciones del propio individuo e incluso ambientales”, señala Monfort, que cuenta que, en casos de gemelos con autismo, uno suele manifestar siempre un mayor grado de gravedad que el otro. 




De las 120 familias que atiende el centro Interactúa, la mitad tiene hijos con Trastorno del Espectro Autista y hay al menos cinco casos de hermanos con TEA. “Hay que empezar a trabajar con ellos desde bebés para mejorar la comunicación, no esperar a que llegue el diagnóstico”, sostiene Monfort.






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