A pesa de que las cifras indican que la economía española se recupera en términos globales, los datos de las personas que el año pasado atendió Cruz Roja permiten vislumbrar el rastro dramático que han dejado los años más duros de la crisis: a lo largo de 2016, la entidad atendió a 60.284 personas en la provincia. De ellas, 37.244 fueron atendidas directamente a través de los programas y proyectos que desarrolla la organización, lo que supone un aumento del 20 por ciento con respecto al año anterior. Además, 23.000 usuarios se beneficiaron del Fondo de Ayuda Europea a Desfavorecidos, en el que Cruz Roja es entidad asociada para la distribución de alimentos.
La institución, que mantiene su apoyo a quienes viven en una situación de dificultad social y económica, algunos en contextos ya cronificados -como es el caso de los asentamientos de inmigrantes-, tuvo que prestar especial atención, a partir de 2008, a otro colectivo que, hasta entonces, no había necesitado de su ayuda: familias a las que el desempleo había situado en el disparadero de la exclusión y de la pobreza. Desde esa fecha, se ha incrementado, a través de distintos programas, hasta en un 320% la atención a las víctimas de la crisis que no han podido recuperar todavía los estándares de vida que tenían hasta entonces. El año pasado, 12.713 personas en situación de extrema vulnerabilidad fueron atendidas en iniciativas de diversa índole, para cubrir sus necesidades básicas y prevenir la exclusión residencial y la pobreza energética. Así, se realizaron 391 prestaciones económicas para ayudas de primera necesidad, se restableció el suministro en más de 335 hogares y se entregaron alimentos a 5.000 personas.
“Se supone que la crisis está pasando, pero quedan muchas víctimas, muchísimas, sin dudarlo. En Andalucía, el paro supera el 28 por ciento. Todas esas personas siguen estando ahí y siguen estando en una situación de extrema vulnerabilidad”, apuntó ayer María del Mar Pageo, presidenta provincial de Cruz Roja Almería.
Mayores
Pero no solo hay damnificados de la pobreza extrema entre las 6.000 personas más que Cruz Roja atendió el año pasado respecto a 2015.
También aumentó considerablemente el número de mayores atendidos, más de 3.000, un colectivo hacia el que la entidad está volcando buena parte de sus esfuerzos. En total, a lo largo de 2016, se atendió a 4.210 personas a través de cinco proyectos, lo que supone un incremento del 176% respecto al año anterior.
“Nos estamos esforzando mucho y eso no se nota en los números pero, cada vez más, nuestros usuarios no lo son de un único proyecto. La persona mayor participa en el Programa de Mayores, pero lo hace también en el de lucha contra la pobreza y su nieto en el Programa de Infancia, de ahí que parezca que hay menos prestaciones”, señaló Fran Vicente, que coordina a los 125 técnicos y los más de 2.000 voluntarios que trabajan y cooperan con Cruz Roja Almería.
Los responsables de la institución reconocen también que casi han llegado “al límite” en los programas que ayudan a personas que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad, por eso, el año pasado recondujeron los programas que tienen en marcha y en lugar de dar ayudas puntuales, comenzaron a hacer un trabajo más inclusivo y comunitario con las familias afectadas.
Llegada de pateras a niveles de 2006
Cruz Roja atendió el año pasado a 7.850 personas en asentamientos y en los centros de estancia y acogida. Por otra parte, la atención a personas rescatadas a bordo de pateras aumentó un 44% con respecto al año anterior, con 2.198 personas auxiliadas a través de los equipos de respuesta inmediata. Las cifras sitúan la llegada de inmigrantes al nivel de 2006, cuando se alcanzó el máximo histórico. Pero la situación no parece que vaya a cambiar: en lo que llevamos de año, Cruz Roja ha atendido ya a 1.016 personas en 40 pateras.
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