Los náufragos tragaron agua con gasolina

El nerviosismo que se apoderó de los pasajeros de la patera que naufragó en el entorno de la isla de Alborán el martes a media tarde -una zodiac de cinco metros en la que viajaban casi encima unos de otros los treinta y tres inmigrantes- causó el accidente en el que terminaron perdiendo la vida una niña de diez años y dos adultos, una mujer y un hombre, todos de origen subsahariano. La embarcación volcó y arrastró a la cría, que se quedó enredada en un cabo y no pudo salir a la superficie, a la mujer,  que también pereció ahogada y a un hombre, cuyo cuerpo no pudo ser rescatado hasta la mañana de ayer. 

El resto de los inmigrantes sufrieron numerosos cortes y contusiones al estrellar sus cuerpos contra las rocas y, en muchos, casos tragaron agua mezclada con combustible al romperse el depósito de la lancha neumática. 
Así lo explicó ayer en una entrevista en Cadena SER el coordinador provincial de Cruz Roja, Fran Vicente, que alertó de las situaciones que pueden darse en los próximos meses -en lo que los expertos califican como “temporada alta” de pateras, de junio a octubre- porque el incremento en la llegada de inmigrantes está siendo exponencial respecto a años anteriores. 

Cinco veces más

Solo en los primeros meses de 2017, el número de embarcaciones localizadas supera las cuarenta -ayer fue encontrada otra patera cerca de Cabo de Gata con 14 personas a bordo-, con más de un millar de inmigrantes rescatados. La cifra es cinco veces más que los datos registrados en abril del año pasado. “La llegada de pateras se ha normalizado porque es algo que sucede todos los días. Pero lo de ayer [por el naufragio del martes] no fue la llegada de una patera, sino una tragedia y como tal debe abordarse”, señaló Vicente. El coordinador provincial de Cruz Roja apuntó que la entidad -que la noche del martes movilizó a más de una treintena de voluntarios y desplazó al Puerto de Almería al menos a tres ambulancias- busca mejorar la atención y apoyo psicológico a los inmigrantes que llegan y también a sus familiares, especialmente cuando hay personas desaparecidas. 

La treintena de personas que pudieron ser auxiliadas por el Destacamento Naval de la Armada de la isla de Alborán llegaron la noche de ayer al Puerto en aparente buen estado de salud, aunque tres mujeres, dos de ellas embarazadas, tuvieron que ser atendidas en el hospital Torrecárdenas. Todas ellas fueron dadas ayer de alta. Los pasajeros de la patera naufragado salieron a las siete de la mañana de una zona conocida como Charrana, cerca de Nador, en Marruecos.