Una sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Badajoz ha condenado a un vecino de Roquetas de Mar acusado del intento de distribución de billetes falsificados de 50 euros. El acusado se desplazó a Extremadura acompañado de un compatriota, también residente en la provincia de Almería. El objetivo era cambiar las falsificaciones por moneda de curso legal a través de compras en pequeños establecimientos, a priori, con un menor nivel de seguridad.
Los billetes estaban tratados por especialistas y, por tanto, el riesgo de su introducción en el mercado regular era alto. Tenían una apariencia bien conseguida, con rasgos característicos de los euros que hacían difícil su identificación a simple vista.
De hecho, según señala el tribunal en su sentencia judicial pacense, “técnicos del Centro Nacional de Análisis de falsificaciones del Departamento de Emisión y Caja del Banco de España han determinado la falsedad de los billetes intervenidos al acusado (...) requieren un examen detenido y disponer de medios auxiliares, por lo que entienden que la falsificación debe considerarse como peligrosa”.
El acusado consiguió colocar dos billetes falsos en dos establecimientos comerciales de las localidades extremeñas de Zafra y Monasterio (una farmacia y establecimiento de alimentación respectivamente) en el mes de mayo de 2009.
Perfiles
Los investigadores localizaron a este vecino de Roquetas de Mar cuando intentaba realizar otra compra con un billete falsificado. En el registro de su vehículo se halló una carpeta con documentación en la que ocultaba 16 billetes más. Por tanto, entre las monedas entregadas en las tiendas y las descubiertas en el registro, el acusado poseía unos 1.000 euros en billetes falsificados. Su compañero de viaje fue condenado por estos hechos con anterioridad.
El acusado, vecino del municipio de Roquetas de Mar y con 20 años de edad, fue asistido por un abogado del Colegio de Almería en el juicio celebrado en Badajoz. Aceptó los cargos imputados y se benefició de una sustancia rebaja en la pena de prisión solicitada por el Ministerio Fiscal, fijada inicialmente en 6 años.
La investigación analizó el origen de los billetes falsos por su alta calidad de elaboración y la presencia de un posible centro de manipulación en la provincia de Almería, donde se han producido episodios similares en los últimos años.
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