Buscar soluciones integrales para el barrio de El Puche y sin que nadie se descuelgue con el paso del tiempo, es el objetivo con el que ayer de nuevo se sentaban en la misma mesa el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco; la delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía, Gracia Fernández; el subdelegado de Gobierno, Andrés García Lorca; y el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu.
Y es que el proceso para mejorar el barrio ya ha comenzado con la realización de un diagnóstico de la situación y la elaboración de un DAFO, es decir, un análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades con las que cuenta actualmente El Puche para a partir de ahí establecer actuaciones concretas.
Lo primero que se ha hecho por parte de las tres administraciones es organizar este proceso. Así se han establecido tres niveles de trabajo. El primero de ellos es la mesa política en la que se encuentran representados las tres administraciones con sus máximos mandatarios en Almería. Le sigue la comisión de coordinación formada por representantes de cada una de las administraciones y el tercer nivel que consiste en mesas técnicas de trabajo.
Estas mesas analizarán las áreas básicas desde las que se trabajará la mejora total de El Puche y que consiste en atajar el deterioro del hábitat, actuar en materia de desempleo o empleo marginal, y trabajar en la situación de vulnerabilidad.
Para establecer exactamente sobre qué tiene que trabajar cada una de esas mesas se elaboraba el DAFO de este proceso que mostraba debilidades como la falta de coordinación de las políticas públicas.
Asociacionismo
Pone de manifiesto el estudio la existencia de una población muy vulnerable desde el punto de vista socioeconómico sin que exista un asociacionismo fuerte que exija aportar soluciones a los problemas existentes. Pero sobre todo una de sus grandes debilidades es que sus propios vecinos ven a este barrio como un espacio “de paso” que actualmente ofrece soluciones a los problemas habitacionales de la población inmigrante.
En las amenazas detectadas para que este proyecto se desarrolle se encuentra principalmente la posibilidad de que se abandone el proceso por falta de impulso político, de hecho no sería la primera vez a lo largo de los años.
Pero amenazas también son que no se puedan superar las dificultades para alcanzar una mirada común en la búsqueda de soluciones, o que no se identifiquen a las personas adecuadas para integrarse en cada comisión o mesa.
Aunque sin duda las más complejas consisten en no dar respuesta a las necesidades de la población o no conseguir que la población más joven de El Puche se identifique con el proceso que ahora se inicia.
De la necesidad, virtud
Lo cierto es que a pesar de su complejidad hay fortalezas en el proceso que pasan principalmente por la propia necesidad que tiene esta población con pocos recursos para mejorar sus vidas, así como el compromiso actual de las tres administraciones.
Para hacerlo realidad se cuenta tanto con colectivos del barrio como con trabajadores de las administraciones involucrados en el proceso.
Ahora toca aprovechar la oportunidad para coordinar un modelo de trabajo que perdure en el tiempo, la búsqueda de diálogo entre vecinos y administraciones tanto para conseguir soluciones a los problemas como establecer derechos y obligaciones, pero sobre todo, profundizar en la identidad de barrio con un mayor conocimiento de las tres culturas que lo forman.
Teniendo en cuenta este diagnóstico ya se han establecido las actuaciones prioritarias que se tienen que realizar en el barrio. Así en la mejora del hábitat se apuesta por desarrollar programas de control de plagas en el río y el entorno; dotar a la recogida de basura de los equipamientos adecuados; mantener la limpieza del barrio; la gestión de forma integral del parque público de viviendas en alquiler; mantener los espacios públicos como pistas deportivas o locales de asociaciones; así como reurbanizar El Puche Norte y su entorno.
Empleo
La mesa para diversificar el empleo apuesta por el emprendimiento poniendo en valor las capacidades artesanales de las distintas culturas; mejorar la información sobre los programas europeos de empleo; apostar por la formación en el mantenimiento del barrio y buscar prácticas en el polígono industrial de la zona.
En cuanto a la mejora de la población abogan por proponer y dar visibilidad a las actividades culturales del barrio, potenciar el deporte, reactivar los programas encaminados a trabajar con menores infractores, coordinar entidades del tercer sector para mejorar la gestión familiar o la creación de una ludoteca para el ocio de la población de El Puche.
Estas medidas se tienen que seguir trabajando a partir de ahora ya que se trata de un proceso a medio plazo, sin tiempo establecido, y con mucho trabajo por hacer.
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