Más de 150 docentes reclaman una inspección más util y con menos papeleo

“Estoy esperando que algún inspector o inspectora llegue para orientar o asesorar a los docentes. Se limitan a labores burocráticas”. “Deberían dar más información al profesorado, atendiendo los problemas reales que se presentan diariamente en las aulas”. “Su trabajo debería ser ayudar. Pedir papeles y amenazar con sanciones no ayuda a nada”. “Deberían cambiar la imagen sancionadora o intimidatoria predominante por una más colaborativa”. 

Las quejas, transcritas literalmente de un informe elaborado por Docentes por la Pública al que ha tenido acceso este periódico, son algunas de las reclamaciones que han hecho más de 150 docentes de Infantil, Primaria, Secundaria y Formación Profesional de 35 centros de toda la provincia sobre el servicio de Inspección Educativa, cuya labor incide “en gran medida” sobre las condiciones de trabajo de muchos profesionales de la educación. 

La encuesta -anónima para todos los participantes- ha sido realizada por Docentes por la Pública y, en algunos casos, los profesores no han querido poner ni siquiera el nombre del centro en el que dan clase por miedo a “represalias”. “No pretendemos ni es nuestra función evaluar el trabajo de nuestros inspectores, de cuya profesionalidad no dudamos y entendemos que están obligados a seguir las instrucciones jerárquicas”, señala Ángel Rodríguez, portavoz de Docentes por la Pública.

Encuesta 

En el estudio se preguntaba a los profesores sobre aspectos como la supervisión y control de los centros educativos por parte de los inspectores (valorada con un 2,1 sobre 5), su colaboración con los docentes para la mejora de su trabajo (con una pírrica nota de 1,6 sobre 5), el asesoramiento, orientación e información que la inspección educativa ofrece a los maestros (con otro suspenso, ya que la valoración no pasa del 1,6 sobre 5 como nota máxima) y si prestan interés por los problemas reales de los centros (con una nota de 1,8). La valoración global de la encuesta es de 2,1 con un 70% de los sondeos con valoración negativa. 

“La mayor parte de los docentes ven a la Inspección como una herramienta al servicio de la administración, cuando debería velar por el cumplimiento de las leyes, incluso en contra de la propia administración”, señala Esther Padua, de Docentes por la Pública. Entre esas decisiones, la implantación de las 25 horas en el horario de Secundaria y el traslado de la tutoría administrativa al horario  “irregular”, “disfrazada” de tutoría electrónica.