Pedro Duque (1963), el primer español en viajar al espacio, hizo varias fotos de los invernaderos cuando el avión que le traía desde Madrid estaba aterrizando en Almería. Los había visto a miles de kilómetros de distancia de la Tierra desde el transbordador Discovery y en la nave Soyuz y ayer quiso fotografiarlos para mostrárselos a otros científicos de la Estación Espacial Europa.
Las cerca de 30.000 hectáreas invernadas de la provincia son la estructura hecha por el hombre que más llama la atención desde el espacio: “Si sabes exactamente dónde mirar, puedes ver unos pequeñísimos triángulos de sombra que son las pirámides de Egipto, pero los invernaderos se ven sin fijarte en ellos”, contó ayer Duque, cuya curiosidad se despertó cuando un astronauta francés que había pasado seis meses en misión espacial le espetó nada mas bajarse de la nave : “Pedro, ¿pero qué es eso blanco que hay en el sur de España?”.
El astronauta, nacido en Madrid de padres emigrantes extremeños, cuenta entre sus antepasados con Rodrigo Duque, escultor y tallista de las sillerías de la catedral de Plasencia que murió al intentar volar desde la torre de la catedral con unas alas que él mismo se había construido.
La anécdota la contó Antonio Posadas, vicerrector de Investigación de la UAL y padrino de Duque en la ceremonia de investidura del título de Doctor Honoris Causa, el máximo galardón honorífico que concede la universidad y que ya cuenta con el científico entre su pléyade de ‘Honoris’.
Nuevas ideas
En su intervención, Duque, que se licenció como ingeniero aeronáutico en la Universidad Politécnica de Madrid con una nota media de 10 y que fue seleccionado entre más de 600 candidatos para ser astronauta con la Agencia Espacial Europea, defendió la necesidad de seguir explorando porque la búsqueda de preguntas en ciencia siempre sirve de impulso para el hallazgo de nuevas ideas que luego tienen una aplicación práctica en la vida de las personas.
“Las universidades están formando bien a una nueva generación de ingenieros y científico, pero nos falta el siguiente paso: la inversión en proyectos de ciencia y de ingeniería. Tenemos un gran potencial que deberíamos aprovechar aquí en vez de que se vaya a otros países”, señaló.
Pedro Duque, entrenado en la Ciudad de las Estrellas de Moscú (Rusia) y en Estados Unidos, retornó en 2011 a la Agencia Espacial Europea como astronauta después de una excedencia que le sirvió para dirigir la empresa Deimos Imaging, que en 2009 puso en órbita el primer satélite español de observación de la Tierra.
El astronauta, Premio Príncipe de Asturias, ha sido condecorado en dos ocasiones por la Federación Rusa por su méritos en la exploración del espacio y es Doctor Honoris Causa de las universidades Politécnica de Valencia, Europea de Madrid, UNED y, desde ayer, también de la Universidad de Almería.
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