El Toyo, la perpetua joya de la corona almeriense, quiere dejar de ser este verano la eterna promesa del turismo capitalino para convertirse en una urbanización de primera división. Aún quedan rémoras como la excesiva estacionalidad de su entorno, la necesidad de ponerle mecha de una vez a la parcela comercial o de conseguir una playa con más arena.
Pero también se han dado pasos en los últimos meses para que El Toyo sea un destino con pedigrí: 25.000 turistas procedentes de Reino Unido, Bélgica, Noruega, Suecia, Finlandia y Holanda reforzarán el destino con vuelos semanales fletados por el touroperador Thomas Cook, a través del acuerdo con el Ayuntamiento de Almería y Garden Hotels.
Esta cadena hotelera ha completado en los últimos meses una inversión de 1,5 millones de euros en la mejora de infraestructuras y zonas de spa.
La cadena cuenta con dos establecimientos en la urbanización capitalina junto al decano hotel del Grupo Barceló que ha conseguido, como único establecimiento, mantener las puertas abiertas durante todo el año.
Congresos y ferias Ha sido clave en esa apuesta por la desestacionalización su vecindad con el Palacio de Exposiciones y Congresos, que le ha proporcionado un chorro continuo de huéspedes a través de continuados congresos profesionales y ferias de muestras.
Los tres hoteles de la parte norte también se mueven para este verano: el antiguo Alcazaba Mar promovido por el empresario Miguel Rifá, que pasó a manos de la cadena ATH Hoteles, ha sido arrendado ahora, con el nombre de Cabo de Gata, por la cadena de José María Rossell, bautizada como Senator Hotels&Resort, para esta campaña de 2017. Cuenta con 212 habitaciones y tiene ante sí la posibilidad de hacerse con un hueco en el mercado estival de la mano de la experiencia de gestión del principal grupo hotelero andaluz.
El hotel restante pertenece desde hace tres años a la cadena catalana de Salou Ohtels, la misma que acaba de adquirir y está a punto de reabrir el antiguo Hotel Zafiro de Roquetas después de una década cerrado.
Ohtels es una de las enseñas que más está creciendo en los últimos años como establecimiento en destinos de sol y playa. Todo parece indicar que la estructura hotelera del Toyo, con 1.200 habitaciones en total en los cinco hoteles, es ahora más sólida, aunque aún tenga que subir peldaños para romper la estacionalidad.
Las infraestructuras aún por mejorar y la dotación de servicios y mejora de playas son algunos de los caballos de batalla para que el Toyo sea una urbanización con vida todo el año.
La parcela comercial suma ya más de una década en el dique seco
Una de las asignaturas pendientes -quizá la que más- en esa exclusiva colonia que nació de la mano de los Juegos Mediterráneos es el desarrollo de la parcela comercial de 82.000 metros, que se presentó como uno de sus principales reclamos.
La concesionaria, la UTE Joisan (Joigca-Santaella) acaba de perder el recurso de casación planteado ante el Supremo dando la razón al Ayuntamiento en el sentido de que el proceso de adjudicación s realizó correctamente. Tampoco se ha admitido la reclamación de Joisan al Consistorio para la devolución de 18,3 millones depositados el momento de la adjudicación de la parcela.
Lo cierto es que la concesionaria no ha conseguido poner en marcha un espacio que en la época de bonanza llegó a tener varios novios.
Los empresarios justifican esa parálisis en su desarrollo en las malas comunicaciones con el centro de Almería que hace que grandes cadenas como Ikea o Mercadona, después de tentar las posibilidades de establecerse allí, las desecharan.
Tampoco ha prosperado el proyecto para hacer un parque de medianas superficies, a pesar de la mejora en el desdoblamiento desde El Alquián. Falta por ejecutar la otra fase, desde la glorieta de El Alquián hasta El Toyo. La historia de la parcela arrancaba en 2006 cuando tras un proceso de presentación de ofertas, el Ayuntamiento adjudicaba la parcela a Joisan en detrimento de Cajamar que también había presentado su propuesta.
Del resultado de ese concurso público, con el tiempo, ha salido beneficiado el PITA, que ha albergado en sus instalaciones ese edificio que la entidad financiera almeriense quería construir en un primer momento en El Toyo.
Más de 6.000 almas Tras la sentencia, el concejal de Urbanismo, Miguel Angel Castellón, ha manifestado que es el momento de poner en marcha la parcela. Otra de las opciones es el rescate y su vuelta a salir a concurso.
Pero a pesar de todos los contratiempos, el saldo neto de la urbanización es el de un continuado crecimiento gota a gota, con el complemento de la vecina urbanización de Retamar.
Ambas urbanizaciones, la veterana y la novel, suman más de 6.000 personas censadas -lejos aún de las 20.000 pretendidas- y con el despertar del mercado inmobiliario en los últimos dos años vuelven a verse nuevos inquilinos en casas que estaban, desde la época de la villa olímpica, cerradas a cal y canto.
Se fueron Fadesa, Obrascampo y otras promotoras e inmobiliarias y El Toyo transita por el sendero que le debe llevar a la consolidación como primera urbanización turística, como fue concebida hace ya más de 40 años.
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