Universitarios, opositores y estudiantes de la PAU llenan la biblioteca de la UAL

Duplican el aforo para acoger a los estudiantes durante las 24 horas del día hasta final de mes

Biblioteca Nicolás Salmerón de la UAL durante una mañana de estudio.
Biblioteca Nicolás Salmerón de la UAL durante una mañana de estudio.
María Moya
21:16 • 11 jun. 2017

En la biblioteca Nicolás Salmerón de la Universidad de Almería (UAL) empieza a no haber espacio. Libros y apuntes sobre las mesas y colas en las máquinas de café y en la fotocopiadora  indican el inicio de la época más difícil para los estudiantes: el período de exámenes.




Y, con él, los problemas de espacio en las salas de estudio. “O llegas temprano por las mañanas o no pillas sitio”, ha comentado Alberto, un alumno del Grado en Economía.




Comienzan los exámenes
Las clases finalizaron el viernes 9, para los alumnos de Grado -el 17 de junio en el caso del Máster- para dar paso a la convocatoria oficial de exámenes, que comienza hoy -el 19 para los Máster- y que se extenderá hasta el 29 de junio. Por este motivo, comienza a ampliarse el horario de apertura de la biblioteca.




Abierta 24 horas
La sala especial, que durante el resto del año cierra a las 12 de la noche, es ahora una sala 24 horas que permanecerá abierta hasta finales de junio.




Debido a la gran afluencia de personas, este espacio se ha ampliado con más mesas hasta alanzar casi el doble de aforo. El resto de salas del edificio de la biblioteca abrirán, tal como está previsto y con horario regular, los próximos fines de semana – 17 y 18 y 24 y 25 de junio. 




Pero no solo hay universitarios en la biblioteca. Entre manuales de Derecho, Historia o Enfermería,  también hay apuntes para preparar la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), la antigua Selectividad, que se durante esta semana. Algunas de las alumnas que realizarán este ejercicio comentaron que, además de compartir el espacio con personas que cursan algunos estudios universitarios, también hay mucha gente que se prepara oposiciones: “ellos llevan más tiempo viniendo y saben dónde tienen que sentarse”, apuntaron.   




Estrés y reclamaciones
En el ambiente de la biblioteca se palpa el estrés, y las reclamaciones entre los alumnos proliferan. “Muchos vienen a quejarse porque la gente se deja un folio y un bolígrafo para guardarle el sitio a sus amigos, así que, cuando pasan unos 20 minutos, tenemos que ir a quitarlo para que se pueda sentar otra persona” ha comentado Gema Fernández, una auxiliar de información que trabaja en la biblioteca.




Incluso en el tablón de sugerencias de la biblioteca se puede leer la siguiente frase: “poned el aire más alto, que parece esto el desierto del Kalahari”. El calor y el agobio marcan la tónica general en este entorno de estudio.



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