El sistema español de recepción, custodia y repatriación de inmigrantes irregulares sucumbe a la llegada de pateras en el mes de junio. La capacidad de los denominados Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) ha visto superada por el rescate de más de un millar de personas en una semana en la Frontera Sur y ha obligado a adoptar medidas excepcionales.
Un grupo de 70 inmigrantes irregulares (fundamentalmente de origen subsahariano) quedó en libertad la tarde del pasado sábado ante la imposibilidad de encontrar espacio en alguno de los CIEs repartidos por la geografía nacional. Procedían de las embarcaciones rescatadas por Salvamento Marítimo en aguas del Mar de Alborán a la mitad de la pasada semana e ingresaron en los módulos de custodia temporal del Muelle de Poniente del Puerto de Almería.
La Brigada de Extranjería de la Policía Nacional realizó el trabajo de identificación de los ocupantes de las pateras e inició los trámites de expulsión del país. La normativa obliga a los agentes a trasladar a los inmigrantes irregulares a los CIEs mientras se materializa la repatriación (en la práctica, poco habitual con subsaharianos), sin embargo, tienen un plazo máximo de 72 horas para mantenerlos retenidos en los módulos de custodia. Con el plazo pisando los talones, los CIEs completos y nuevas pateras presionando en Alborán, los inmigrantes quedaron en libertad.
Según confirmaron a LA VOZ DE ALMERÍA fuentes de la Cruz Roja Española y la Fundación Cepaim, durante los últimos días las entidades se han hecho cargo de la atención de estas personas ‘expulsadas’ de los módulos de custodia temporal del Puerto de Almería (las ONGs tienen convenios con el Gobierno para la financiación de la asistencia).
Los inmigrantes irregulares fueron reubicados en centros de acogida propios e, incluso, en hoteles y hostales de la provincia de Almería. Las entidades facilitan suministros básicos, techo y comida durante unos días, aunque tienen una capacidad limitada para atender a estas personas, abandonadas en un ‘limbo’. Sin papeles, sin recursos, con una orden de expulsión inviable.
Perspectivas
Durante la primera mitad del año 2017, la provincia de Almería ha recibido más de 70 embarcaciones clandestinas y supera las 2.000 personas rescatadas en pateras. La cifra alcanza las registradas durante todo el año pasado. Además, otras zonas como Motril (Granada), Cartagena (Murcia), Málaga o Tarifa y Barbate (Cádiz) han asumido durante las últimas semanas la atención de cientos de inmigrantes embarcados en una aventura arriesgada por alcanzar las costas de España (y Europa).
Ante este situación, el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Almería, uno de los más importantes del país, ha optado por reforzar sus recursos e incorporó la semana pasada una nueva embarcación de rescate, la Salvamar Spica. Unas horas después de su estreno, ya asistía a los viajeros de varias pateras en el Mar de Alborán.
Los sindicatos policiales han criticado duramente al Gobierno central por “la falta de agentes” para atender los servicios. En los próximos días se incorporarán dos subgrupos de la Unidad de Intervención Policial (unos 30 agentes) para ayudar en las labores de seguridad ciudadana.
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