"El bote tenía que ser viejo o de mala calidad"

Miguel Zea, responsable del centro de coordinación de Salvamento Marítimo en Almería, lamenta la pérdida de vidas en el naufragio y apunta a las malas condiciones del bote como posible agravante. “La embarcación ha aparecido después de dos días y medio de búsqueda intensa y estaríamos hablando de 49 desaparecidos, un auténtico disparate, un drama”, explica el  jefe del centro.

“Los supervivientes estaban en muy mal estado y la embarcación prácticamente deshecha, desinflada, semihundida y plegada a merced de la mar y del viento”, añade Miguel Zea. “Los supervivientes estaban deshidratados y confusos e inmediatamente el propio helicóptero Helimer 211 los ha rescatado y los ha traído a tierra”.

La lancha estuvo sometida a fuertes rachas de viento, especialmente en la jornada del lunes, y olas de tres metros de altura. Además, los materiales parecían desgastados, según el testimonio. “Los supervivientes nos han relatado que durante el último día vieron a sus  compañeros caer muertos y cómo desaparecían en el mar”, relata el jefe de Salvamento en Almería.

“Nosotros hemos mantenido medios en la zona permanentemente y las condiciones no eran tan drásticas, desde el punto de vista del tiempo, como para el estado en el que nos hemos encontrado la embarcación”, matiza. “Tenía que ser vieja, de mala calidad o recompuesta, de lo contrario no se explica las condiciones en las que estaba”.

Los supervivientes viajaron en helicóptero hasta el Aeropuerto de Almería e ingresaron en Urgencias del Hospital Torrecárdenas. Tenían síntomas de deshidratación, quemaduras y problemas de movilidad por la falta de alimentos desde el domingo. No obstante, se encuentran fuera de peligro, según los primeros datos conocidos sobre el suceso.

El personal de Salvamento Marítimo halló a los jóvenes en el interior de un bote de goma prácticamente doblado y cerca del hundimiento. Los rescataron alzaron a los ocupantes a unos 50 kilómetros de la Isla de Alborán (Almería).