El alcalde, cauteloso con el traslado de la estación y el soterramiento

El alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, no descarta estudiar un posible traslado de la estación  de ferrocarril pero se muestra muy cauteloso ante el problema que podría suponer para la llegada del tren hasta el Puerto. 

Así se pronunciaba en la tarde de ayer en la mesa redonda celebrada  en el seno del curso de verano organizado por el Colegio Oficial del Arquitectos y la Universidad  de Almería sobre ‘Proyecto de Ciudad. Plan Estratégico de Rehabilitación del Casco Urbano de Almería’ en el que participaban también el decano de los arquitectos, José Díaz; el directivo del colegio, Javier Hidalgo; y el periodista de Ideal, Miguel Cárceles.

A preguntas de los asistentes del curso sobre si ante el alto coste del soterramiento de las vías del ferrocarril no haría más rentable el plantear un traslado de la estación, el regidor de la capital explicaba que “es muy pequeño el porcentaje de gente que va andando a coger el tren y por tanto no supondría un problema real el trasladar la estación y sacarla del centro de la ciudad”, pero advierte “¿entonces que hacemos con el puerto?”. Explica que “se podrá estudiar pero  hay que tener en cuenta objetivamente que eso complica la llegada al Puerto”.  Algo que cree Javier Hidalgo que “se podría solventar”.

Ubicaciones
Además de esta dificultad sobre la conexión ferroportuaria, Fernández-Pacheco ve otro problema para el traslado y es que dentro del término municipal de Almería “tampoco es que haya mucho sitios para colocar la estación porque tienen que caber también los 400 metros de tren” y por ello asegura que lanzaron la propuesta de que se llevara al polígono de La Celulosa que “sigue siendo el centro de Almería y tampoco está claro que entre allí”.

Conexión
Precisamente sobre esta llegada del ferrocarril al puerto dejaba claro que “no puede pasar en superficie por el centro de la ciudad”. Recuerda que la actividad portuaria es eminentemente de pasajeros y que el ferrocarril no será para eso sino para mercancías, y asegura que “se puede soterrar el ferrocarril salvando el cajón de la Rambla” pero afirma que “hay que pagarlo, ver lo que cuesta y ver si al puerto y a Adif le merecen la pena el coste”.

Y es que el alcalde tiene claro que los proyectos “megalómanos” no van a ningún sitio y por eso apuesta por “luchar guerras que se puedan ganar”. Esa es la postura que mantiene también sobre el soterramiento, que de primeras supondría una inversión de 400 millones, tal y como respondía a pregunta de Miguel Cárceles sobre si se conformaban con soterrar hasta El Puche y cómo pensaba cerrar el debate. Respondía Fernández-Pacheco que en “esos 180 primeros metros de soterramiento en el paso a nivel de El Puche se van a invertir 23 millones de euros y aunque sean pocos metros todo queda preparado para seguir soterrando”.

Ahora bien, considera que hay que debatir hasta dónde hay que soterrar, de hecho ponía sobre la mesa por primera vez la posibilidad de “hacer un soterramiento por fases iniciándolo con los cargos de los aprovechamientos urbanísticos de El Toblerone y llegar hasta el túnel de La Goleta, o la Avenida del Mediterráneo” pero sin descartar “hacer una segunda o tercera fase y seguir soterrando hasta la estación”.

Sobre el Plan Estratégico, motivo principal de la mesa, el alcalde anunció que CIEDES es adjudicataria ya del asesoramiento para el plan. Y anunció que se harán ocho grupos de trabajo con el Consejo Social de la Ciudad para hacer el diagnóstico sobre economía azul, agroindustria, cultura  y turismo sostenible, movilidad e infraestructuras, cambio climático, ciudad inteligente, empleo y educación, y diversidad y la inclusión social.