La Fiscalía ha rebajado en seis meses la pena de dos años de prisión que solicitaba para la mujer acusada de dejar a su hija en el interior de un coche al sol durante una hora el pasado día 22 de junio en Almería para enviar unos paquetes a su país natal y ha retirado su petición para que se le inhabilitase para la patria potestad durante cinco años después de que la médico que la atendió en el hospital tras ser auxiliada por la Policía Local haya declarado que "no estaba deshidratada" y que "no corrió riesgo su vida sino su salud".
El Ministerio Público ha mantenido, sin embargo, su acusación por un presunto delito de abandono temporal de menores al considerar que se trata de "hechos graves" porque tanto la madre como la abuela, también acusada, dejaron a la menor "conscientemente dentro del coche, a pleno sol, con un calor tremendo y solo dos rendijas de las ventanillas bajadas, por lo que no corría nada de aire" e interpretar que el parasol que tapaba las ventanillas del lado donde estaba sentada la niña "demuestra que tenían la intención de tardar un rato".
En las conclusiones de la vista oral celebrada este miércoles en el Juzgado de lo Penal 2, la fiscal, quien ha rebajado también la pena interesada para la abuela, para la que ha solicitado un año de prisión, ha justificado la retirada de las peticiones de inhabilitación de patria potestad y guarda y custodia en que la cuestión se está resolviendo en la vía civil después de que se haya conocido que, el mismo día en que sucedieron los hechos enjuiciados, la madre y el padre de la niña, de dos años y medio, llegaron a un acuerdo por el que el segundo cedía la custodia a la primera.
En sala, S.M.D. ha asegurado que fue "un error" y que dejó a su hija "dormida porque acababa de comer, estaba muy cansada porque nos habíamos levantado muy temprano para venir desde Níjar al juicio de custodia y no pensé que la estaba poniendo en peligro". Ha remarcado que estaba sujeta con el cinturón a la sillita de seguridad porque la pequeña "podía abrir la puerta del coche" pero que, a su lado, dejó una "botella de agua" por si se despertaba ya que suele hacer "siestas largas y sabe beber sola y abrir botellas".
Ha relatado que, pese a que llegaron al aparcamiento de la estación intermodal de Almería a las 16,04 horas según consta en el ticket, no se fueron inmediatamente a enviar los paquetes sino que estuvieron "media hora preparándolos y atándolos". "Con un carrito iba y venía a la estación para dejarlos porque pesaban 19, 15 y 13 kilos y no podía sola", ha dicho después de que la fiscal le preguntase por qué la abuela no se quedó con la niña en el coche y el aire acondicionado. "Mi madre se encontraba mal y tuvo que ir al baño dos veces", ha apuntillado.
"Tardamos sólo nueve minutos"
"Estaba muy cansada y no pensé que la pusiera en peligro. Fue un error y tardamos solo nueve minutos en dejar los paquetes para su envío y volver al coche", ha concluido, ya visiblemente emocionada. En la misma línea se ha pronunciado la abuela de la menor, M.D., quien ha insistido en la situación de "nervios" que habían vivido ambas ese día debido a la celebración del juicio para la adopción de medidas provisionales en la causa civil por su custodia.
En la práctica de la prueba testifical, el hombre y la mujer que dieron aviso de la presencia de la pequeña en el interior del coche han relatado que estaba "despierta, sudorosa, con los ojos enrojecidos y mocos colgando de haber estado llorando" y que "intentaba coger una botella de agua que estaba al lado pero que no podía porque estaba amarrada a la sillita". No han coincidido en la hora en la que la madre y la abuela retornaron al coche una vez que la Policía Local ya había auxiliado a la niña y trasladado a la cercana Comandancia de la Guardia Civil. Uno ha dicho las 17,10 horas mientras que ella ha apuntado las 17.30 horas.
Por su parte, los dos agentes que intervinieron y redactaron el atestado han señalado que se encontraron a una "niñita atrapada en el interior de un coche, a pleno sol, empapada en sudor, que le costaba respirar, jadeante, con la piel muy roja, cogiendo aire y ardiendo". Han detallado que "rompieron el cristal con celeridad, desengancharon el carro y la sacaron entre "lloros" si bien se "calmó". Tras "refrescarle" el cuerpo con agua "porque no quería beber al principio", la llevaron a la Comandancia para que estuviera "en aire acondicionado". "Fue muy buena, muy tranquila, sentada en un sillón", ha dicho uno de los agentes mientras que el otro ha precisado que la madre y la abuela "aparecieron a los 15 o 20 minutos del rescate".
Pericial médica
Tras la declaración del padre, quien tiene la custodia temporal por orden judicial tras los hechos y quien ha afirmado que "nunca ha dicho o pensado" que S.M.D. sea "mala madre", ha comparecido como perito una de las facultativos que atendió a la pequeña a su llegada al complejo hospitalario de Torrecárdenas en ambulancia.
Su testimonio ha sido determinante ya que ha asegurado que comprobaron que "estaba bien tratada" y que en la exploración se vio que estaba "bien hidratada y sin ninguna anomalía clínica". Ha remarcado que paso a la Unidad de Observación "no por su estado de salud sino porque ver qué se decidía sobre la custodia" y que la niña tenía un "comportamiento normal para dos años". "Merendó, toleró líquidos, estuvo jugando, coloreando y jugando", ha concluido.
Por último, las defensas han señalado, por un lado, que un "despiste, una actuación negligente reprochable social y moralmente" no puede ser castigada penalmente y han apelado al principio de intervención mínima ya que la conducta de S.M.D., "puntual", no cumple los requisitos de dolo o intencionalidad. "No hubo ataque a su seguridad ni a su salud", han sostenido para remarcar que, si bien no fue una decisión acertada "que les ha salido muy cara", no hubo "desamparo grave o malicioso" y pedir la libre absolución de ambas acusadas en el juicio que ha quedado visto para sentencia.
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