Obispado de Almería: "Es un modo ya conocido para extorsionar a sacerdotes"

El Obispado de Almería muestra públicamente su respaldo a un sacerdote de la capital chantajeado durante casi dos años con amenazas de una denuncia por abusos sexuales a un menor de edad. La Diócesis emitió este jueves un comunicado tras conocer el caso destapado por LA VOZ DE ALMERÍA y acoge íntegramente la versión ofrecida por el párroco, cuya identidad se mantiene protegida.

Según la investigación judicial, el cura pagó más de 55.000 euros entre los años 2015 y 2017 para evitar una denuncia por abusos a un adolescente de 16 años de edad que conoció mientras pedía limosna a las puertas de una iglesia y a quien invitó a entrar a su vivienda para asearse.

El Obispado cree que era una estrategia para extorsionar a la víctima. Tras entrevistarse con el sacerdote y revisar la documentación del procedimiento, la institución muestra su “apoyo moral” al párroco ante “una lamentable extorsión”.
“El sacerdote, en razón del ejercicio de su ministerio pastoral, con preocupación por las personas necesitadas, ha actuado con voluntad de ayudar a un joven y a su madre, ambos de nacionalidad rumana que, de solicitar ayuda, pasaron a extorsionar deliberadamente al sacerdote, con amenazas de acusarle públicamente de conducta indebida”, describe el comunicado publicado por el Obispado de Almería.

“Los hechos se remontan al año 2015, cuando el joven se acercó a la parroquia pidiendo limosna, fue atendido y, una vez lograda la confianza del sacerdote, introdujo pocos días después a su madre, dando lugar a la extorsión”, continúa.

Una estrategia
La institución eclesiástica  apunta a un modus operandi  conocido, a una estrategia deliberada de los delincuentes para acosar a los sacerdotes mediante amenazas de un escándalo público. “Por lo que el Obispado ha podido saber, estos hechos se han producido también en otras diócesis, como son los casos sucedidos en parroquias de Navarra, Guipúzcoa y Extremadura, y responden a un modo de actuación ya conocido, con el fin de poder extorsionar a los sacerdotes”, indica la institución que encabeza el obispo Adolfo González Montes.

“El Obispado lamenta hechos de esta naturaleza, que condicionan gravemente el ejercicio del ministerio pastoral, al tiempo que presta su apoyo moral al sacerdote que ha padecido esta lamentable extorsión”, concluye el documento.

Como adelantó LA VOZ DE ALMERÍA el miércoles, el cura presentó una denuncia el pasado 20 de junio en la Policía Nacional asfixiado por casi dos años de presuntas presiones. Entre 2015 y 2017 realizó, al menos, 14 pagos en metálico y consiguió que la mujer firmara recibos con las cantidades percibidas.

El Grupo IV de la Policía Judicial de Almería arrestó a la mujer de 34 años y a su hijo, de 18 años de edad, por un delito de extorsión. Ninguno declaró hasta llegar al Juzgado de Instrucción número Tres de Almería, en funciones de guardia.
El párroco de la capital ha negado cualquier contacto sexual con el adolescente. Es una persona valorada en su comunidad, con experiencia de varios años en la misma iglesia. Y, sin embargo, accedió a efectuar los pagos para “evitar problemas”.

Para sufragar los gastos derivadas de la presunta extorsión, el sacerdote se vio obligado a vender un inmueble que poseía en la capital. Según acredita la investigación,  desde finales de 2015 realizó entregas en metálico e, incluso, abonó la cuota del alquiler de los detenidos.

La madre y su hijo tienen antecedentes por delitos contra el patrimonio. Durante su declaración han negado las amenazas al cura. De hecho, la mujer manifestó que recibió cantidades más bajas como “préstamo” y que pretendía devolverlas cuando encontrara trabajo. Ambos viven en una situación muy precaria. El adolescente pedía limosna a los feligreses cuando conoció al párroco.