Tus fotos de Almería tienen una impronta muy particular. ¿La fotografía en tu caso es una aproximación a la pintura?
Sí, trabajo la mirada de un pintor del Renacimiento. Me olvido del objetivo, imagino lo que va a ser ese espacio, me fijo en la luz y las texturas.
¿Qué es lo más impactante que has visto en tus viajes?
Las cataratas de Iguazú y el amanecer en Machu Picchu. Me publicaron una foto en el National Geographic, cuando es una de las cosas más fotografiadas del mundo.
¿Hay algún lugar que tengas un deseo especial de capturar con la máquina de fotos?
Asia me parece fascinante, y volveré a Japón, porque es uno de los países más friquis y sorprendentes. Es una cultura abismalmente diferente a la del resto del mundo. Me desconcertó. No tienen vida. Se reducen al trabajo y al transporte. Hice un reportaje de gente durmiendo en el Metro. Aquello es un cuartel militar porque todo tiene normas y reglas.
¿Quiénes han sido determinantes para que Almería ocupe un lugar destacado en la fotografía?
Sin duda Carlos Pérez Siquier, a quien admiro mucho. Fue la persona por la que empecé a hacer fotos. Cuando le conocí le importaban relativamente poco los conocimientos técnicos. Ni siquiera tenía fotómetro, es decir, medidor de luz. Medía la luz a ojo y con un objetivo de cincuenta. Recogía la belleza donde otros no eran capaces de verla. Manuel Falces tuvo un papel muy relevante por su labor en el Centro Andaluz de la Fotografía, pero dudo que pase a la Historia como un gran fotógrafo. Y José María Mellado ha abierto una puerta, más que como fotógrafo como maestro del procesado fotográfico. Casi no hay artista en España que no haya partido de sus enseñanzas.
¿Almería tiene que mejorar estéticamente?
A mí la ciudad me da un sentimiento agridulce. Partía de ser la ciudad más pobre de España durante gran parte del siglo XX. La Almería antigua fue devastada y sustituida por un urbanismo de una fealdad extrema. Hay un momento emblemático, que fue cuando se “cayó” la fachada de un edificio en Puerta Purchena a las tres de la mañana y se sustituyó por un engendro. No tuvo consecuencias y no obligaron a que se recuperara. Por otra parte, Almería tiene unas potencialidades históricas increíbles que se deben explorar. La Alcazaba es un ejemplo.
¿Y la Chanca?
Es un barrio abandonado. Podría convertirse en nuestro Sacromonte. Tiene grandes valores culturales y paisajísticos. Las vistas desde el cerro de las antenas son impresionantes.
Si miras al pasado en tu vida, ¿qué ves?
Esencialmente lucha, pues la lucha le da sentido a la vida, compromiso y una buena parte de buscarme las habichuelas y hacer cosas que no hubiera hecho de tener otras alternativas. Era director creativo en agencias de publicidad y a los cincuenta años lo dejé porque era una actividad alienante. Suponía gastar energías y era perjudicial para la gente (risas). Yo venía de la izquierda revolucionaria y militante, me considero antisistema. Cuando me iba incorporando a las actividades de selección de personal, pues de formación soy psicólogo, y luego de publicidad, no dormía pensando que me había convertido en un mercenario (risas). Pero también quería hacer las cosas bien.
¿Y si miras al futuro?
Veo el día en el que estoy y no pienso mucho más. A los sesenta años cada día es un regalo. Tengo una visión pesimista del presente, pero no tanto del futuro. Tenemos dos opciones: o ser más solidarios o que nos extingamos. El capitalismo no es sostenible, porque es muy voraz y depredador. No es lógico que los beneficios se vayan a paraísos fiscales, que crezca la desigualdad.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/134703/domingo-leyva-la-lucha-le-da-sentido-a-la-vida
Temas relacionados
-
Fotografía
-
La Chanca
-
Centro Andaluz de la Fotografía (CAF)
-
Viajes
-
Purchena
-
Alcazaba de Almería
-
Cultura
-
Urbanismo