El Ayuntamiento de Sorbas pone una calle para la modista Anica, ;la lanera;

Fue una muy querida y admirada diseñadora que marcó época. Su casa taller fue punto de encuentro de todas las mujeres

Ana, "La lanera" en Sorbas, junto a Gerardo Diego y Rosalía Fernández, en 1963
Ana, "La lanera" en Sorbas, junto a Gerardo Diego y Rosalía Fernández, en 1963
Antonio Torres
11:38 • 01 ago. 2017

El Ayuntamiento de Sorbas abrirá una calle, el 15 de agosto, con el nombre  Ana Mañas “Anica la lanera”. Un personaje. Muy querida y admirada modista, diseñadora, que marcó época durante medio siglo. El homenaje es merecido por el tesón demostrado. Su casa taller fue el punto de encuentro de todas las mujeres.




Ana Mañas García de las Bayonas (Sorbas, 1926-2017) acogió en el verano de 1963 al poeta de la Generación del 27  Gerardo Diego  (Santander, 1896 – Madrid, 1987), quien  pasó varios fines de semana en Sorbas. La secretaria del poeta, la almeriense Julia Esteba, era amiga de María del Mar Fornovi, maestra que ejercía en Sorbas, y se hospedaba en la casa  de Anica. Ambas mujeres invitaron al poeta,  para que conociera Sorbas. Todas ellas hicieron que el Premio Cervantes 1977 pudiera conocer Sorbas y calificó el taller: “alegre con la luz de la cal de Andalucía”, rememora su hija Rosita quien coincide con su prima Encarna Mañas de subrayar la personalidad de la modista como persona adelantada a su época y valiente.




Sorbas ha atraído desde siempre a personajes. El escritor y político Azorín fue diputado  en el periodo 1916-1919 por Sorbas. Esta claro que la capital alfarera y amplio campo y molinos, con el Río de Aguas que se seca,  tiene personalidad. José Martínez Ruiz, Azorín, (Monóvar, 1873 – Madrid, 1967) habló de Sorbas a jefes de gobierno y a escritores, subrayando la dificultad de ser “cunero” y del caciquismo reinante en la provincia. Hay una referencia a Cataluña, dirigida a Lerreux, con el que coincidía durante las vacaciones en Biarritz, lugar de verano elegido por la burguesía española de  aquellos años: “Yo tengo un gran amor por Cataluña; no quiere esto decir que yo acepte sin reservas ni distingos sus políticos. Los políticos de un país no son el pueblo…Se inició en la Cámara popular un vivo movimiento de actuación por parte de los parlamentarios catalanes. En entredicho de restringido exclusivismo a favor de su país los tales políticos, ahora declaraban que iban a laborar por el bienestar general de España…y todos vimos como ese insigne parlamentario a que antes me refería, modelo de perseverancia y energía, se quedaba, en la Cámara trabajando en problemas, como el de los ferrocarriles,  que no a Cataluña, exclusivamente, sino a España entera afectan. La hora es plácida; en la lejanía del horizonte se juntan las dos inmensidades azules del cielo y el mar. Querido Lerroux: Sabe usted cuánto y cuán sinceramente le admira, Azorín. Biarritz 14 Julio 1917”. El  párrafo pertenece a la tesis doctoral “Azorín, testigo parlamentario. Periodismo y política de 1904 a 1923, elaborada, en 2008,  por José Ferrándiz Lozano.




Anica y su hermana María (madre de la impagable y generosa mujer  ex directora general de la Junta, Manuela González y de Sebastián, panadero, exconcejal gallardero), vecina de Loas Gallardos, marcaron una época de simpatía y buen rollo que permanece en el recuerdo. El argumento principal, aprobado por unanimidad,  de la corporación municipal que preside su familiar, que se ausentó del pleno para no incurrir en incompatibilidad, José Fernández Amador, se centra en el recuerdo para una mujer muy luchadora. En su taller de costura,  no solo enseñó a coser sino que fue una transmisora de valores de respeto. Hoy con las redes sociales, sería una gran directora de casting por su carácter abiertto y aglutinador. “Era afable, la solidaridad con tod@s, impulsó a jóvenes que a mediados del siglo pasado no tenían otra alternativa”.




El homenaje será el 15 de Agosto a las 20,30 horas.  Rosalía, hermana del alcalde de Sorbas, José Fernández Amador, aparece en la foto,  tiene una anécdota que ilustra una época: “La casa estaba abierta a todas horas. Había dos puertas de entrada que siempre estaban abiertas  y te aclaraba cosas no sólo de la actividad de su taller sino que iban novias a solicitarle sus sabios consejos”. El pintor y poeta Pedro Soler, lúcido autor de varios libros sobre Sorbas,  escribió en la revista Afa, dirigida por el impagable Andrés Pérez Pérez, verano de 2003, un detallado reportaje sobre el taller de Anica.







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