Nuevas obras en el talud provocarán cortes en El Cañarete a partir de septiembre

Se revestirá el muro de contención que se construyó para evitar desprendimientos de rocas

Una grúa trabajando en las obras en El Cañarete.
Una grúa trabajando en las obras en El Cañarete.
La Voz
13:17 • 05 ago. 2017

La Subdelegación de Gobierno, a través de la Dirección General de Carreteras, prevé actuar a partir de septiembre en la rehabilitación paisajística del muro de contención que quedó finalizado en mayo del pasado año en la carretera N-340a que une la capital con el núcleo roquetero de Aguadulce, más conocida como El Cañarete, los que conllevará nuevas restricciones de tráfico en la zona.




En septiembre
Fuentes de la Subdelegación de Gobierno han indicado que la actuación, que se ejecutará una vez finalice el verano, prevé el revestimiento del muro de contención que se levantó sobre la zona en la que, con anterioridad, se produjeron varios desprendimientos que obligaron a cortar esta transitada vía y llevara cabo una intervención de urgencia que duró siete meses y tuvo un presupuesto de 1,4 millones de euros.




Así, la restauración paisajística, que cuenta con el visto bueno de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, consistirá en el recubrimiento con roca vista del muro de 22 metros de altura que se extiende sobre la fachada del acantilado edificado para asegurar el espacio y evitar nuevos desprendimientos.




Igualmente, y debido al estado del firme tras la ejecución de las obras, se prevé el reasfaltado de parte de la vía para mejorar la seguridad de la calzada y el acondicionamiento de la vía. En su conjunto, las obras para la mejora del espacio conllevarán cortes intermitentes de la carretera aún pendientes de programar en función del calendario de actuaciones.




Cortes al tráfico
La sinuosa vía se extiende entre el mar y una pared de acantilados por una distancia de casi diez kilómetros quedó cortada al tráfico en noviembre de 2015 debido al desprendimiento de grades rocas a causa de las lluvias, lo que evidenció el mal estado de un talud que quedó desplazado y sobre el que se realizaron actuaciones para asegurarlo. El tráfico quedó restituido en su totalidad en junio del pasado año.




Entonces, un fortísimo temporal -con rachas de viento superiores a los 90 kilómetros por hora- causaron desprendimientos en la carretera, que llevaba seis años sin sufrir la caída de piedras a la calzada.




Siete meses después y tras asegurar el talud, la vía volvió a abrirse al tráfico, recuperándose la normalidad perdida durante todo ese tiempo, principalmente, por los residentes en Aguadulce. Aunque todavía no se ha concretado la fecha, las obras, previstas para final de verano, podrían comenzar el próximo septiembre. 





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